miércoles, 22 de octubre de 2008

REVISTA LOBBY

ESTA SEMANA
AÑO XX, 23 al 29 de octubre 2008

LA NOTA DE LA SEMANA: Imperdible venta de bodega de Cash & Carry
LA COLUMNA DEL ESCRIBIDOR: Sôya: sushi + soup & salad
LOS CONDUMIOS DE DON EXE: Doña Inés: la comida de la abuela
LOS APUNTES GASTRONOMICOS DE LOBBY: Tante Marlene: Europa a la vista
BUENOS PALADARES: Las críticas gastronómicas de la semana
EL NOTICIARIO: Sabores para uno de La Crianza

LA NOTA DE LA SEMANA



IMPERDIBLE VENTA DE BODEGA
DE CASH & CARRY
A partir de este viernes 24 y hasta el 30 de octubre, Cash & Carry, la tienda de artículos para la hotelería y gastronomía más grande de Latinoamérica realizará su gran venta de bodega, donde electrodomésticos, vajilla, cristalería, cuchillería, implementos de cocina, maquinas y mantelería estarán a la venta con grandes descuentos.

La novedad no sólo está en los precios. Durante este semana especial empresas y también particulares podrán acceder a los atractivos precios que ofrecerá la tienda ya que no existen mínimos de compra. Una visita obligada a este gran espacio que sin duda beneficiará a los compradores. Una oportunidad imperdible.

Instalado en una superficie de 6.000 m2 en Huechuraba, Cash & Carry ofrece más de 6.200 diferentes productos especializados que van desde vajilla, cristalería y cuchillería, accesorios de cocina, utensilios, instrumentos de precisión para la preparación de alimentos, transportadores de vajilla, tarimas, bandejas, productos para bar, mobiliario, uniformes, electrodomésticos y maquinaria, productos para aseo, envases, servilletas e higiénicos para alta demanda, carros gastronómicos y para mucamas, máquinas industriales, productos especializados para pastelería, aliños envasados al vacío y servicios especializados

Con la apertura de Cash & Carry, Steward marca su liderazgo al tratarse del mayor local destinado a la venta de productos y servicios para hoteles, restaurantes y profesionales de la alimentación. Instalada en una superficie total de 6.000 m2 que incluye bodegas, estacionamientos para clientes, cafetería y 1.600 m2 de sala de exposición y ventas.

Av. Américo Vespucio Norte 0655, Huechuraba (salida N°3 Carretera Vespucio Norte)
Estación Vespucio linea 2 del Metro de Santiago.
Durante esta venta de bodega, su horario será de 10.00 a 19.00 horas y el sábado de 10.00 a 15.00

LA COLUMNA DEL ESCRIBIDOR




SÔYA
SUSHI + SOUP & SALAD

Confieso que hacía años que no visitaba un restaurante de La Dehesa. ¿La razón? Sencillamente porque nada me inducía a viajar a este sector de la capital donde sus casas y malls tienen más parecido a Palm Beach en Miami -con palmeras y todo- que a un Santiago más español, más europeo. Allí, algunos empresarios intentaron instalar restaurantes y fallaron rápidamente. No era una buena zona para la gastronomía. Salvo el “Cocoa”, un peruano que convivía en el Shopping de La Dehesa, lograba subsistir en este inmenso barrio.

Pasó el tiempo y los propietarios del Shopping decidieron establecer una “zona gastronómica” con varios establecimientos de renombre en la capital. Tras negociaciones arribaron a ese pequeño mall sucursales de Tony Roma's, Pasta y Basta y el Sôya, la razón de este comentario.
Había conocido esta propuesta en la calle Carmencita hace algún tiempo atrás. La chef Isabel Margarita González nos proponía algunos sushis tibios y elegantes. Toda una propuesta innovadora para esos años. Hoy, cuando el sushi es parte de la idiosincrasia de muchos chilenos la propuesta del Sôya de La Dehesa varía a un tipo de comida sana -según sus propietarios- donde no faltan las sopas, de estilo mediterráneo, sándwiches y algunos fondos de mar que atraen la atención de sus habitúes, esta vez guiados por el chef Fabian Gallardo.

El local, diseñado por Enrique Correa, es impactante. Realmente de los bonitos establecimientos que he conocido en Santiago. Atractivo, acogedor y muy interesante en su propuesta. Llaman la atención sus baños- que no debe perderse conocerlos- y sus amplios y cómodos espacios. Toda una infraestructura para gozar una carta entretenida y pensada en el adulto-joven, muchos de ellos, habitantes del sector.

Más que los nombres de los platos (Paso del Manutara, Memorias de Boston, Sábado en Bahía, Traviata en Río, etc,etc), que poco y nada dicen, es interesante degustar la propuesta. De las ensaladas, grandes y atractivas, probé una rica combinación de hojas verdes y camarones ecuatorianos apanados de muy buena factura. También es preciso conocer las sopas, una de aceitunas y otra de puerros con manzana, que serán de placer de muchos. Esta temporada veraniega serán reemplazadas por diferentes gazpachos, sopas frías de temporada, ricas- ricas.

Los sushi, sashimis y nigiris tienen su sección en la carta. Los probé tibios y fríos, de combinaciones novedosas y entretenidas. Con pescados de calidad y con una gran variedad de alternativas. Estupendos para los adictos. Para los que no lo son, un espectacular atún encostrado en aceitunas es el “non plus ultra” del Sôya. Combinado con hongos, hojas verdes, tomate y diente de dragón, lo llevara al Nirvana. Un plato de por si de lo mejor de la carta por lo novedoso y bien elaborado.

Aunque este restaurante ofrece alcoholes, donde sours, vinos y cervezas son parte importante de la carta, su especialidad son los jugos, que aprendieron a hacerlos en su nativa ubicación donde nunca lograron patente de alcoholes. Sus jugos combinan alegremente como el de de zanahoria, piña, naranja y miel; el mango con arándanos; frutos del bosque (frutilla,frambuesa,arándanos); Piña, leche de coco y menta entre otros. ¿Como andaría uno de ellos con vodka o ron? No sería una mala idea.

Los postres. Otra cosa. Desde una selección de tortas de la Dulcería Presidente Riesco a postres elaborados y frutas de la estación. Acompañados de un café-café de calidad, un almuerzo o cena será toda una experiencia.

Abierto diariamente en horario de mall, de cerca de mediodía a medianoche. El Sôya es indudablemente un lugar que tiene (y debe) conocer. Desde su diseño, su arquitectura y decoración hasta su propuesta gastronómica. Interesante e imperdible, no saldrá defraudado. Es distinto. Es otra dimensión en la restoración actual. Una propuesta que vale la pena.
Sôya, Sushi + Soup & Salad (Juantonio Eymin)

Av. El Rodeo 12.580. Zona Gastronómica Shopping La Dehesa, Lo Barnechea. Fono 955 5130

LOS CONDUMIOS DE DON EXE



DOÑA INÉS
La comida de la abuela
(Crónica gastronómica interpretativa)

La buena Mathilda supo que en las cercanías de mi departamento un nuevo tinelo reemplazaba al Madras, un ambigú que tuvo un cierto éxito a un costado de la Plaza Ñuñoa y que sucumbió a los avatares de la actividad. Allí, me contó, abrió el “Doña Inés”, un local con visos de comida chilena y que quería conocer.

- ¿Doña Inés?
- Si Exe. Así se llama
- Y el Madras... ¿Good bye?
- Así parece, gordo.

Nunca me había llamado gordo. ¿Será una nueva forma de cariño o una indirecta?

- Mira Mathy querida. Si es como tu dices, vamos mañana a este nuevo merendero y ahí vemos qué tal es.
-¿Te paso a buscar?
- Mi casa es la tuya, le comenté. ¿A las ocho está bien?
- Allá estaré.

Así es la vida. Antes era “lindo” “guapo” o “querido”. Ahora me dice gordo. Diablos, parece que este año los kilos que he asumido se notan. A ella no. Mathilda sigue flaca. Bueno, flaca-flaca no, ya que a nuestra edad la gravedad y las grasas hacen estragos en nuestros cuerpos. Pero ¡que va! Preocuparse a estas alturas de la vida por unos kilos de más o de menos no es fundamental. Lo importante para nosotros (los que peinamos canas) es pasarlo bien. Y mientras sea así, bendita la vida.

Recorrimos a pie el trayecto desde mi departamento hasta el “Doña Inés”. Interesante se ve el sector de la Plaza Ñuñoa. Un comedero tras otro en los alrededores de la Municipalidad de mi comarca. Para los que aun no saben, muchos alcaldes agregan el término “Ilustre” a sus municipios y eso es un error garrafal. Ilustre fue un título que sólo recibió de los españoles la Municipalidad de Santiago hace una tracalada de años. Las demás no son Ilustres, son meras municipalidades no más.

Pero igual el sector está muy bonito. Y en una esquina destaca una fachada blanca que nos llama a ingresar. Es el “Doña Inés”, un merendero que según sus dueños, Hugo Córdova y Cristián Zegers, apunta hacia la cocina chilena burguesa. Esa que “elaboraba la abuelita” me comentaban mientras buscábamos un lugar donde nos sintiéramos cómodos. La gracia de este ambigú es que llega gente más tranquila. Dispuestos a conversar una botella de buen vino y no a atiborrarse con cervezas. Partió gustándome.

Sacrificamos las mesas y sillas del comedor principal para ubicarnos en el sector fumadores. Una terraza techada e implementada con pequeñas mesas y unos poufs cuadrados de plástico oscuro. No fue el ideal pero nos permitía conversar y fumar cuando se nos ocurriese. De aperitivo Mathy escogió un ají sour, bueno pero no de los mejores. Sin embargo, mi ronsillo (ron con jugo de huesillos) resultó todo un descubrimiento. Para picar, un surtido de empanadas de charqui.

-¿Charqui Exe?
- Si guapa. Charqui. Y de equino
- ¡¡¡De caballo!!!
- Claro. De caballo... Ese es el verdadero charqui. De equino y con pebre.
- Perdona Exe pero “eso” yo no lo como.
- Mira gordita (me atreví a darle de su propia ración), si no te cuentan que es de charqui de caballo te las habrías comido con todo placer. ¿Cuántas veces no habrás comido otras cosas sin saber lo que tragabas?
- Putas Exe, pero ésto es asqueroso

La tenté a probar una. El charqui, muy bien hidratado y acompañado de un buen pebre lograba unas empanaditas artesanales de gran gusto. Mientras la comía (más bien dicho la tragaba), terminó rápidamente su ají sour y comenzó a beber de mi ronsillo. Para reconciliarme le ofrecí otras empanaditas, esta vez de queso de cabra con porotitos verdes que le encantaron. -Esto es diferente, me comentó. - Ahora si que sí.

Mientras yo le daba el bajo a las maravillosas empanadas de charqui, ella ya estaba lista para probar algo de la carta. Tras leerla le tincaron unos bocaditos de lengua en salsa de mostaza y otros con pasta de aceitunas. Como estaba algo molesta, llamó a una bella colorina que ejerce de camarera del tinelo para pedir una porción. Para beber solicitó, y sin preguntarme, un chardonnay Alto Vuelo de William Cole. Yo, calladito, bebía el último sorbo de mi aperitivo tratando de encontrar algún pretexto para ponerme en la buena con mi bella Mathy.

Me salvó la campana uno de los dueños. Hugo Cordova, un amante de los vinos y de la cultura. Nos explicó que su cocina, franca, trata de ocupar los ingredientes de antes y por ello el uso del charqui, producto que también se puede degustar en el clásico “Valdiviano”. Pero como a la bella no le gustaban estas tradiciones nos recomendaba algunos platos de fondo diferentes. Mientras bebíamos del chardonnay y probábamos los bocadillos de lengua (algo salados en su versión con salsa de aceitunas), decidimos nuestros platos de fondo. Mathy, ya obsesionada, se inclino por un cuadril de cordero acompañado de puré de habas y tocino con salsa de arándanos. Yo, un poco menos agridulce que mi “dama”, me incline por un filete de lenguado con puré de zanahorias y ajos asados. Mathy ya se sentía mejor y ya no miraba con odio.

-Exe. El domingo próximo son las elecciones. ¿Vas a votar?
Me metió un ají por cierta parte ya que sabe que la política no me interesa. Aparte de que estoy inscrito en una comuna diferente a la que donde vivo.
- ¿Para qué votar, preciosa?
- Es tu derecho Exe. Tu votas para eligir a las personas que te pueden representar
- Preciosa. Yo vivo en Ñuñoa y estoy inscrito en Casablanca. ¿De qué me sirve eso?
- Lindo. Ese es problema suyo. Eso le pasó por lacho. Deberías cambiar tu inscripción

Mi lenguado estaba a punto. El puré de zanahorias algo dulce pero muy agradable. El cuadril de Mathy (no el de ella, el del plato), bastante mejor. Qué decir de su puré de habas. Un plato digno de repetir uno de estos días. No quería seguir hablando de elecciones, ni de alcaldes, concejales y representantes. Desvié entonces mi atención a la carta y a los primores de mi amada (era primera vez en la temporada que se ponía una polera escotada), y mientras cataba un pinot noir Quatro de MontGras, le consulte si le gustaba “mi barrio”. Ella asintió con verdadero interés y me rezongó que nunca la había traído a ningún local de esta comuna. Prometí regresar con ella cuando las condiciones se den. (Léase fondos).

Un mote con huesillos, “arreglado” con pajarete y con merengue de huesillos fue uno de los postres de la noche. El otro, unas deliciosas sopaipillas pasadas con pisco y helado de chancaca. Dos postres que nos dejaron contentos y felices. Tanto, que la incomodidad de los poufs plásticos pasaron a segundo plano. Salimos tomados del brazo y la convidé a un bajativo en mi departamento. Total estábamos a un par de cuadras. Guardaba en un anaquel una botella de ron Zacapa de 15 años que tengo para ocasiones especiales, al igual que un par de Partagás que me traía una amiga de sus periplos en Europa. ¿Qué será de ella?

Encaminamos nuestros pasos por el corazón de Ñuñoa. Sin duda el ron y el partagás serían un fin de fiesta de lujo. Total, tiempo tenemos de sobra para gozar la vida. (Para envidia de muchos).

Exequiel Quintanilla

Doña Inés: Manuel de Salas 162, Ñuñoa, fono 880 4065

LOS APUNTES GASTRONÓMICOS DE LOBBY


TANTE MARLENE
Europa a la vista


Ingresar al Tante Marlene es como detenerse en los tiempos. Situarse en los años 75 u 80 donde los garzones ocupaban la clásica chaqueta de color concho de vino y una delgada corbata negra. Retroceder a los tiempos que uno se anunciaba tocando el timbre del restaurante y esperaba ser recibido por el dueño. Años en que la abúlica y poco entretenida vida de los habitantes de este país dependía de un reloj, que indicaba la hora del toque de queda y su gran dilema: ¿me voy a casa o me quedo hasta mañana?

Así es el Tante Marlene. Poco lo diferencia de los restaurantes de antaño a pesar de que en la actualidad poseen generosos aires acondicionados para su variopinta clientela y un granado stock de cervezas importadas. Su gracia, la comida alemana con toques centroeuropeos y aires de posada que gusta a los nostálgicos y a los amantes de los sabores infrecuentes en nuestra comida.
El restaurante, familiar, es comandado por Germán Kleinknecht y la que manda en la cocina es su mujer, Marlene Fuentes. De ahí su nombre. Antes de establecerse en Santiago aventuraron en Curacaví con una propuesta similar, pero los avances urbanísticos de las carreteras lo dejaron sin clientela. Instalarse en Santiago fue solo un paso. Y encontrar una casona adecuada para sus planes, otro.

La carta es potente: pato, pollo, ganso, ciervo, jabalí, liebre, codornices, cerdo, vacuno y cordero entre sus principales especialidades. Para los nostálgicos de sus antiguas tierras, arenques y el famoso gulasch. Una cocina más centroeuropea que alemana, donde la tradición manda sobre la modernidad y la porción sobre la decoración.

Con calor bien aceptada es la cerveza. Desde el aperitivo hasta el final. Una Erdinger rubia llegó acompañada de un especial crudo al plato elaborado con cebolla, alcaparras, huevo duro, ciboulette y mostaza. Fresco y diferente. El limón -acompañante imperdible de nuestros populares crudos- fue reemplazado por un toque de crema ácida con raíz picante -meerrettich- lo que convierte este crudo en una excepcional preparación.

No puedo dar fe de la entrada de mi acompañante. El escogió un rollmops -arenque en vinagre y especias- que devoró antes que alguien osara compartir su plato. Pareciera que estaba más que bueno, ya que su vista quedó perdida en el espacio.

De fondo y a instancias de nuestro “asesor gastronómico”, es decir el patrón del lugar, no dudamos en pedir una porción de lechón suavo, un crocante trozo de cerdo lechón al horno y a las finas hierbas. Sus acompañamientos: albóndigas de papas con tocino, cebolla caramelizada, chucrut y puré de manzanas. El lechoncito, virginal y sabroso, no envidia a sus pares españoles y sus acompañamientos (a pesar de que la manzana no es -según los puristas alemanes- propia de esta preparación), armonizaban más que bien en este singular plato. Sólo falto un cuchillo sierra (de esos Copec), adecuado para la cirugía mayor que requieren estos benditos cerdos.

Desgraciadamente los postres quedaron para otra ocasión. Quizá para un par de semanas más cuando el Tante Marlene inaugure una pérgola en el jardín interior de la casona. Allí, al contacto con la naturaleza se podrá disfrutar de esta comida de orígenes europeos. No es 100% comida alemana ya que la cultura de ese país está muy influenciada por sus vecinos. Por ello es diferente. Es como cocina de pueblo y de producto. Una cocina proveniente de donde se construyó parte de la historia contemporánea de la humanidad. (Juantonio Eymin)

Tante Marlene: Miguel Claro 1802 (esquina Santa Isabel), Providencia, fono 671 9043

BUENOS PALADARES

LAS CRÍTICAS GASTRONÓMICAS DE LA SEMANA

RODOLFO GAMBETTI (Las Útimas Noticias)
(17 octubre) DOÑA INÉS (Manuel de Salas 162, Ñuñoa, fono 880 4065): “Se dedica a cocina chilena de autor, apunta a un público de treinta para arriba, fumador o no. “...un surtido de agradables sours: con ají, de manzana, de betarraga o de uva, y su memorable ronsillo Doña Inés, ron dorado con jugo de huesillos. Prepara gratas empanadas de charqui y apetitosas carnes, donde destacan los bocados de lengua, el cuadril de cordero magallánico, el solomillo y el asado de tira con arvejitas al tocino.”

CARLOS REYES (La Tercera)
(17 octubre) JUNTA NACIONAL (Ramón Carnicer 87, Providencia, fono 635 5828): “...tiene camino avanzado en su sandwichería de panes firmes y porciones llenadoras. Una Mechada Chacarera ($ 4.500) de carne sabrosa y vegetales al dente lo comprobaron. También resalta en bocados sencillos como sus sabrosas Entrañas ($ 4.500) a punto o en la zona dulce, con un Kuchen Sureño ($ 2.400) de frescos dados de manzana como punto alto, o en la efectividad de su Flan Casero.” “En terrenos más elaborados, las cosas se ponen cuesta arriba. Hay platos con más onda que contenido, como la Trilogía de Chupes ($ 5.400), que llegó en tres pocillos de greda con un amasijo reseco casi sólo de pan y casi nada de mariscos. Por su parte, un caldo de pescado es tal por su intensidad de sabores y la ligereza de la Paila Marina ($ 5.200) no dio el tono. El fumé no estaba tan cargado y precisamente aquello se echa de menos en general: mejor sazón, más acorde con la memoria culinaria de una clientela, que ha experimentado más de una vez sabores similares. Es que son de casa y eso pesa a la hora de ajustar piezas en un sitio que de momento, puntúa como un interesante trabajo en progreso. Calificación: 4.5


ESTEBAN CABEZAS (Wikén)
(17 octubre) HAPPENING (Apoquindo 3090, Las Condes, fono 233 2301): “Véalo así: una visita al Happening es como reírse de la crisis, la verdad. Los precios no son de ocasión, pero cuando llega el pedazo de carne a la mesa, sólo queda pensar - antes de empuñar los cubiertos- que lo comido y lo bailado nadie puede quitárnoslo.” “...la entraña ($7.800) y el medallón de lomo ($10.500) estaban de lujo, rojitos y ligeramente sangrantes. Las papas fritas ($2.200), impecables, aunque el pedido de las carnes se demoró un poco mucho: media hora.” “No es una picada, precisamente.”


SOLEDAD MARTINEZ (Wikén)
(17 octubre) MATSURI (Hotel Grand Hyatt, Avenida Kennedy 4601, Las Condes, fono 950 3051): “Donde me pareció hallar rasgos más auténticos fue en los nigiri, en simples alianzas de arroz, mariscos y gran variedad de pescados, y sobre todo en los platos calientes de sopas, fideos y arroces. Así, el "nabe yaki", sopa de fideos con camarones y vegetales tempura en marmita de fierro ($7.000); los fideos mixtos con vegetales e ingredientes como pollo, camarón, salmón o filete a elección ($ 6.000), y especialmente el arroz al vapor "unajyu" con anguila y salsa unagi ($9.000). Esto me parece importante ante la invasión del sushi en todas sus formas y calidades, que elude la comida cocinada, muchas veces en locales alejados por completo del exigente rigor de los cocineros japoneses.”


YIN Y YANG (La Segunda Internet)
(17 octubre) MERCAT ((Avenida Nueva Costanera 4092, Vitacura, fono 784 2840): “Su objetivo es aplicar los conocimientos de vanguardia así adquiridos a productos simples pero trabajados de manera cuidadosa, guiándose por lo que ofrece cada temporada, razón por la cual cambia su carta con frecuencia. De sus entradas probamos la crema de calabaza con timbal de berenjenas, aceitunas negras y locos en tempura; carpaccio de gambas perfumado al ajillo y “zeppelín” de mozzarella, y ensalada de lentejas con jamón pata negra y langostinos a la mostaza ($ 7.200 a $ 9.800), todas ellas de gran calidad, en especial el carpaccio, y con el gran mérito de hacer accesible al público común la complejidad.” “Hay 24 recetas saladas y siete postres, de los cuales conocimos el brownie con helado de canela, la mousse de higos con cremino de chocolate, y el coulant de chocolate con sorbete de naranja ($ 4.500 a $ 5.400).” “Sin duda, una experiencia que merece ser recomendada.


HARRIET NAHRWOLD (Chilevinos)
(17 octubre) CÍVICO (Plaza de la Ciudadanía, La Moneda): “...en el Cívico habrá carnes a la parrilla, pero su oferta no estará exclusivamente concentrada en ellas. Su propuesta va por platos de comida criolla renovada, sin excesos de ingredientes, bien presentados y a precios más que convenientes. La idea es que los clientes no desembolsen más de unos $15.000 por persona, incluyendo entrada, plato de fondo y postre.” “A tiro del Metro, los comensales pueden disfrutar allí desde un desayuno tardío hasta un trago después del trabajo, pasando por sándwiches gastronómicos y, por supuesto, por los platos de su carta.”


BEGOÑA URANGA (El Sábado)
(18 octubre) APPLEBEES (Las Condes 12.340 / Vitacura 6345, fonos 9550404 – 2478817): “...en Applebees las familias, los niños y los grupos de amigos son bienvenidos. No es, definitivamente, un lugar para una cita romántica. Al entrar, se tiene la curiosa sensación de haber estado otras veces porque los locales alrededor del mundo y de otras cadenas tienen ese aire tan característico que los hace familiares.” “Y aunque los paladares de gustos refinados se espanten ante su oferta gastronómica, la verdad es que hay que disfrutarla sin complejos y comerse unas enormes costillas BBQ con el mismo entusiasmo y fruición con que Pedro Picapiedra se sienta frente a las chuletas de brontosaurio. Porque el tamaño es enorme. Así como los súper gringos aros de cebolla o el delicioso pan de ajo.”


PILAR HURTADO (Mujer, La Tercera)
(19 octubre) AKARANA (Reyes Lavalle 3310, Las Condes, fono 231 9667): “Cuando puedo, regreso a probar restaurantes que siguen en pie. Es el caso del Akarana, un local de cocina neozelandesa. Ese país de Oceanía recibe influencias de la cocina de todo el mundo, especialmente la asiática, que le queda al ladito. Recuerdo su carta hace unos años, en la que uno podía encontrar sushi, platos mexicanos, especialidades tailandesas y toques europeos, muy cosmopolita. La carta actual sigue conservando ese aire.” “De fondo, compartimos un plato. Gran idea. Elegimos la versión de la casa del fish & chips, el clásico inglés: en un gran cucurucho de papel venía un trozo tierno de corvina envuelta en batido y frita, con un par de anillos de calamar y un par de ostiones, dos rodajas de papa y encima papas fritas tradicionales. Todo frito y acompañado de buena salsa tártara y otra salsa roja, que no nos gustó tanto.” “Servicio atento y a buen ritmo, ambiente agradable.” Calificación: Bueno

EL NOTICIARIO


LA CRIANZA LANZA SU LÍNEA “SABORES PARA UNO”
Una vez más La Crianza sorprende al mercado alimentario al lanzar “Sabores para uno”, una línea de exquisitos platos preparados de gran calidad.

Estos novedosos productos incluyen carne; como pavo, pollo, cerdo y salmón, y exquisitos acompañamientos. Están disponibles en porciones individuales de 380 grs., por lo que son una opción ideal para una comida rápida y fácil, pero a la vez con sabor casero y sabroso. Además, su formato de presentación permite que se puedan calentar en su propia bandeja y en tan sólo 8 minutos en el microondas.

Lomo de cerdo a la mostaza con papas al cubo, Filete de pavo a la pimienta con panaché de verduras, Filete de pollo al champiñón con arroz del huerto y Filete de salmón con salsa de limón al eneldo y puré de papas criollas, son parte de esta nueva línea de productos que están disponibles en las principales cadenas de supermercados del país con un precio de referencia de $3.200.