miércoles, 8 de julio de 2009

REVISTA LOBBY

ESTA SEMANA
AÑO XXI, 9 al 15 de julio, 2009

LA NOTA DE LA SEMANA: Los fundamentalistas verdes
LA COLUMNA DEL ESCRIBIDOR. Anakena, moo yang nam jim jiew
LOS APUNTES GASTRONÓMICOS DE LOBBY: Centro Vasco, para nostálgicos
LAS CRONICAS DE LOBBY: Mestizo ¿Qué pasa cuando la moda pasa?
DE BEBISTRAJOS Y REFACCIONES: Lamb Ham, una nueva estrella patagónica
EVENTOS: Comenzó primer concurso Vinalies Catad´Or América Latina
NOVEDADES: Absolut lanza novedoso pack
BUENOS PALADARES: Las críticas gastronómicas de la semana

LA NOTA DE LA SEMANA

LOS FUNDAMENTALISTAS VERDES

Lo verde está de moda. O más bien dicho hay muchos adeptos a este nuevo mundo orgánico. Se usa y abusa del concepto. Gusta ya que es fashion. Sin embargo es más fácil hacerse fan que entender los motivos científicos del consumo de productos alimenticios sometidos a la agricultura orgánica o la tradicional. Para muchos es comer sano, no meterse en el cuerpo los químicos que habitualmente se recurre para tener mejores cosechas y productividad. Es exclusivo, y por lógica, caro. Bastante más que el producto contaminado (entre cremillas) con fitosanitarios. Sin embargo, sus fanáticos seguidores no dudan tomarse una aspirina o dos paracetamoles cuando apenas les duele algo y no les falta el diazepam para las noches de insomnio ni el omeprazol después de una buena y calórica ingesta. O sea, otros químicos.

No cabe duda que un tomate sacado de una chacra de la cuarta región en febrero es infinitamente más sabroso que el producido para los supermercados. Y que los zapallos italianos y las berenjenas que crecen con aguas de la acequia son más apetitosos y firmes que los que se compran en las ferias de la capital. Pero eso no es cultura orgánica. Eso es aprovechar la temporada para disfrutar de productos recién sacados de la tierra. No estoy en contra de los apasionados de la cultura verde, sin embargo deberíamos dejar esta tendencia dentro de las categorías de la política, la religión y el fútbol. Todos tenemos diferencias y nunca nos pondremos de acuerdo. No estoy ni a favor ni en contra de este modelo. La comida orgánica es una opción, no una ciencia ya que los expertos aun no se ponen totalmente de acuerdo de sus beneficios. A la larga… cada uno con su tema. Como dicen por ahí, para gustos los colores, y para los colores los sabores.

LA COLUMNA DEL ESCRIBIDOR




ANAKENA
Moo yang nam jim jiew

Cuando pida el menú, por ningún motivo trate de descifrar el idioma tailandés o siamés que describe cada plato. Váyase a la segura y lea mejor y más rápido la traducción al español que le ofrecen y podrá entender la gastronomía thai que magistralmente ofrece la chef Pharita Sandee en este restaurante del hotel Grand Hyatt.

La comida thai pica. Pero es un picor distinto y de ninguna manera asociativo a los picantes de nuestros ajíes. Más intensos, o menos, los sabores thai son tan profundos como agradables, tanto, que debe ser una de las gastronomías más extendidas por el mundo. Aprender a disfrutar de curries, la leche de coco, el maní, el jengibre y el lemon grass sólo es parte de la herencia que estamos recibiendo de la comida tailandesa. Y en el Anakena, uno de los pocos representantes de esta cocina en el país, es de los preferidos. Buen producto, y chef tailandesa para comenzar.

Los nombres de los platos marean. Tanto como el subtítulo de esta nota. Sin embargo dejarse llevar por estos extraños sabores es una aventura casi sin igual. Disfrutar de aperitivo un excelente pisco sour que por fin lo están haciendo como se debe en este restaurante. O un “Thailand seduction”, que mezcla vodka, jugo, agua y albahaca. Luego viene la propuesta. Este escribidor la maridó con vino pero es posible –y mejor- degustarla con cerveza, ya que esta última se lleva mejor con los sabores picantes. De las entradas le aconsejo el “cuello de cerdo grillado con salsa picante” (que es la traducción de nuestro subtítulo) y unos maravillosos ostiones asados con salsa de lima. Los ostiones, de esos tamaño mega, los traen de Canadá y son la sensación del año.

Si quiere sentir lo más profundo de las sensaciones thai, la sopa de wonton de pollo con hongos shiitake y fideos de arroz es una delicia. Un suave picor en lo más profundo del paladar que pasa luego y de sabor inexplicable pero definitivamente sabrosa. Ideal para estos fríos días de invierno.

Pharita, la chef, no se detiene. Carne y pescados para los fondos. Sobresale una corvina al vapor con brócoli, hierbas y salsa picante. Un plato de alto vuelo, no por el picor sino por las sensaciones que produce la corvina preparada de otra forma. Más occidentalizados son unos trozos de Filete de res salteado con espárragos, lemon grass y pimienta negra y más conocidos aun son los famosos fideos de arroz Phad Thai que el plato símbolo de Tailandia. Los postres esta vez invitan a saborearlos. Plátano frito con helado de coco y salsa de caramelo es tan agradable y rico como su arroz glutinoso con mango. Como para regresar.

Me sorprendió la nueva carta y el servicio del Anakena. Sin cambios estructurales, el concepto Thai entretiene ahora mucho más que antes. Y gusta. La cadena Hyatt buscó durante largo tiempo el “alma” de este local. Incluso adaptó parte de él para ofrecer comida chilena. Parece que no prendió mucho la idea y dejaron a Pharita, la chef, hacer su propuesta. Y lo consiguió. A punta de señales y de dedicación. Sin hablar español sus ayudantes lograron lo que ella persigue: buena gastronomía thai en un lugar de ensueño.

Kor hai chok dee! (Juantonio Eymin)

Anakena: Hotel Grand Hyatt. Av. Kennedy 4601, fono 950 3177

LOS APUNTES GASTRONÓMICOS DE LOBBY



CENTRO VASCO
Para nostálgicos

Sobreviviendo a la explosión urbana que lo rodeó de elevados edificios –verdaderos silos humanos-, el Centro Vasco se niega a morir. La clásica casona de Vicuña Mackenna ya no tiene el esplendor de antaño donde sobresalía con su típica fachada. Hoy me reciben dos gigantescas antenas para celulares ubicadas en el jardín de este lugar de reunión de los vascos en Santiago. En el interior el tiempo también se detuvo. Los comedores siguen igual que siempre, salvo unas sillas hoteleras que nuevas aún, no calzan con el lugar. Pero llegué a comer, a probar las especialidades vascas que el administrador Hernán Sobarzo y su chef Miguel Carrasco quieren conservar.

Los platos de antaño son las estrellas del lugar. Para partir una jugosa y excelente tortilla española, untuosa y rica, para acompañar un buen pisco sour que llega del bar. Menos afortunadas fueron unas cocochas de salmón que venían en un perol de greda. Poca gracia. Poco salero para una especialidad vasca de las buenas.

Veníamos por riñones al Jerez o una merluza a la vizcaína, sin embargo como lunes que era la provisión de la materia prima escaseaba. Decidí probar la paella, otra de sus especialidades. Inmensa en una paella para dos pero que comen tranquilamente tres a un valor más que prudente ($13.600). Buena, pero no para alabarla en demasía ya que prefiero una paella cocinada en su propia paellera (perdón, debo decir paella ya que el plato lleva el nombre de esa sartén de dos mangos donde se cocina el arroz y demás ingredientes), asunto que acá no lo realizan ya que los ingredientes están previamente elaborados en la cocina y se ocupa la paella solamente de molde. Buena y rica pero podría ser mejor con un poquito de buena voluntad y sazón. Para acompañar, una botella de cabernet Misiones de Rengo de una limitadísima carta sólo de vinos tradicionales.

En el acogedor bar (el espacio mejor logrado del lugar) me espera el postre. Leche asada como las de antes, de esas que se añoran y que cuesta encontrar. Punto a favor medito mientras observo como en una mesa cercana cuatro vascos juegan “mus”, otra de las grandes especialidades vascas de exportación.

Cumple como club social. Hoy abierto a toda la comunidad se está transformando, por sus dimensiones, en un centro de eventos y de reuniones. Con precios razonables es una buena alternativa para un distendido almuerzo o cena. Sin mayores pretensiones eso si. Y si es posible, solicite que le agreguen un poco más de ajo a las preparaciones, para eso son vascos. (Juantonio Eymin)

Centro Vasco: Vicuña Mackenna 547, fono 222 8068

LAS CRÓNICAS DE LOBBY



MESTIZO
¿Qué pasa cuando la moda pasa?

Enero 2008:
Pocas veces se había visto una apertura tan comentada en Santiago. Prácticamente filas de clientes tratando de entrar al Mestizo durante sus primeros meses de operaciones. A las ocho de la tarde, y en verano, ya estaba repleto de ávidos comensales que gozaban los platos preparados por el chef Cristian Correa y de una vista incomparable. ¿Has ido al Mestizo?, era la pregunta habitual. Para estar en onda había que conocerlo y luego comentarlo, con orgullo, a las amistades. Por fin un negocio redondo que cumplía con las tres B de los amantes de la gastronomía. Bueno, bonito y barato.

Julio 2009:
Su reinado mediático ha terminado aunque aun se sigue llenando de clientes ahora más preocupados de la comida que de la parte social que llamaba asistir en sus comienzos. Cristian Correa ya no está en las cocinas y fue reemplazado por José Luis Marín, actual chef ejecutivo de los restaurantes ligados al grupo Comer y Beber. Hábil y empeñoso, continuó la oferta de sus inicios y entrega, para placer de sus comensales, una carta chilena y latinoamericana de gran gusto y versatilidad.

Un acogedor espacio me recibió la semana pasada. La idea era conocer los nuevos platos de una extensa carta que está a disposición de sus clientes. En la cocina me encuentro con el chef a cargo del lugar, Jorge Martínez, quien me brinda de ingreso un shot picante y sabroso elaborado con una bisque de camarones y machas. Bien por el frío del exterior. Una partida impecable.

Ya ocupando una de las mesas con una envidiable vista al parque bicentenario con laguna de cisnes y todo, comienzan a llegar los platos de esta carta invernal. Imposible detallarlos todos. Tres entradas (peruanísimas); tres fondos de mar, tres de tierra más una muestra representativa de postres fue el menú de la ocasión. Las porciones son enormes, punto a considerar en cualquier visita. Por mucho apetito que se tenga, es casi imposible comer un menú completo. Lo rico y grandioso para mi, lo cuento a continuación.

Maravillosas las empanadas de cebiche. Muy bien preparadas y con la fritura exacta. Muy aconsejables para iniciar un almuerzo o cena ya que aparte de sabrosas, dan apetito para continuar con el tour gastronómico. Justo cebiche de corvina a la peruana y un blando pulpo grillado salteado en oliva y ajo de muy buena factura. Luego, un must: merluza austral sobre un timbal de calabaza y ricotta sobre unas lentejas cocinadas a las finas hierbas. Este es uno de esos platos que cuesta olvidar. Para los nerudianos de siempre, el famoso caldillo de congrio también está en la carta. Enorme y reconstituyente. Digno de parroquianos ávidos de reconstituir la historia gastronómica nacional.

De la tierra una curiosidad: ñoquis de yuca en ragú de pato y foie gras, un acierto invernal. Más allá un garrón de cordero estofado y un pernil deshuesado de cuidadosa elaboración.

¿Sopaipillas pasadas para finalizar? Si, y otros postres chilenos que lo dejarán casi tendido de espaldas. Para ello y con buen tiempo esperan en la terraza unas tumbonas, tan necesarias en estos ágapes casi romanos. Ahora es imposible. Sin embargo es una excelente idea visitar el Mestizo en este invierno. De todas maneras es necesario reservar para que no pase malos ratos. Una buena propuesta (Juantonio Eymin)

Mestizo: Av. Bicentenario 4050, Vitacura, fono cel. 7- 477 6093

DE BEBISTRAJOS Y REFACCIONES


LAMB HAM
UNA NUEVA ESTRELLA PATAGÓNICA

por Karla Berndt


Un novedoso producto gourmet hecho en la Patagonia chilena fue presentado hace pocos días en Santiago. Y que Guillermo Rodríguez proporcionara su Espacio Gastronómico para el lanzamiento y la degustación del Jamón Crudo de Cordero de la marca DEPAMPA despertó el interés adicional de los invitados.

Con razón. Este jamón, en la oportunidad servido en su forma natural, pero también en combinaciones con berenjena, pera, pebre de quínoa, mermelada de ciruela, queso de cabra con dulce de cebolla y en pizetta, de verdad sorprendió. De textura suave y color oscuro, con poca grasa infiltrada y de muy agradable sabor, no tiene porque esconderse de un serrano o prosciutto.

La Sociedad Lara Hnos. Ltda. es una empresa familiar formada por los hermanos Lara Hidalgo: Felipe (veterinario), Francisco (ingeniero comercial) y Rafael (estudiante). La formación de esta empresa surge de una familia “gastronómica”, ya que la idea inicial fue innovar la carta del restaurante y hotel El Reloj en Coyhaique, propiedad de los Lara Hidalgo. Después de investigar las recetas y formas de elaboración tradicionales del jamón de cordero en la zona, se incorporaron tecnologías que permiten controlar y estandarizar la calidad del producto y se inauguró una planta diseñada especialmente para la elaboración del jamón crudo de cordero, gracias también al apoyo de Innova-CORFO.

Este nuevo sabor del cordero chileno seguramente dará por hablar – y no solamente en Chile, sino también en los mercados internacionales donde esta empresa emprendedora anhela llevar esta nueva delicia del extremo sur de nuestro país. No es por menos que Aysén se distingue por contar con características diferenciadoras por ubicarse en una zona declarada “Reserva de Vida”, bajo condiciones fitosanitarias excepcionales y bajo el amparo de la “marca” Patagonia.

EVENTOS


COMENZÓ PRIMER CONCURSO
VINALIES CATAD´OR AMÉRICA LATINA

Por primera vez se realizará en forma conjunto el concurso chileno Catad´Or con Vinalies Internacional, este último organizado por la Unión de Enólogos de Francia.
Más de 500 muestras provenientes de una decena de países están participando en Vinalies Catad´Or América Latina, evento que debuta tras concretarse una alianza estratégica entre Catad´Or Wine Awards, el concurso internacional con más trayectoria del vino chileno, y Vinalies Internacional, que organiza la Unión de Enólogos de Francia.

Por espacio de tres días serán catados a ciegas vinos de una decena de países. De Europa concursan alrededor de 70 muestras provenientes de Francia, Italia, España y Portugal, en tanto que de América participan naciones como Canadá, Brasil, Uruguay, Bolivia y Chile.

El certamen se realiza bajo el patrocinio de la Oficina Internacional de la Viña y del Vino (OIV) y la Federación Mundial de Grandes Concursos de Vinos y Espirituosos, VinoFed. Las muestras nacionales e internacionales son evaluadas por jueces extranjeros, quienes son reconocidos por su competencia, su integridad y su independencia.

El concurso tiene como objetivos posicionar a Chile como organizador de un concurso de alcance mundial, aunar los esfuerzos de todos los profesionales vinculados de América Latina y destacar las propiedades de maduración de los vinos participantes.

"Se trata de distinguir aquellos vinos que hayan alcanzado un nivel de calidad muy elevado y se aproximen al máximo de expresión degustativa según su apelación y origen", explica Isabel Saiz, directora ejecutiva del certamen internacional."Los vinos que obtengan esa perfecta y reconocida madurez, agrega, serán premiados con la distinción Vinalies Catad´Or América Latina de Oro y Vinalies Catad´Or América Latina de Plata".

NOVEDADES

ABSOLUT LANZA NOVEDOSO PACK

¿Un mini bar portátil?, esa es la nueva apuesta de Absolut con un entretenido packaging que, basado en la técnica de diseño que produce efecto de relieve o movimiento de las ilustraciones, despliega la clásica botella y dos compartimientos para los ingredientes de un cóctel favorito.

Trasladar su propio bar es el sueño que muchos fanáticos de la bebida sueca ahora podrán cumplir, gracias a POP UP- Mini Bar, un verdadero tributo a la exploración de las sensaciones. Con una proyección de pedidos sobre los 4 millones en todo el mundo, el nuevo packaging destaca por su diseño inteligente, urbano y minimalista: un elegante maletín que en su interior porta una botella de Absolut y dos superficies desmontables, especiales para situar todos los elementos que se necesitan para preparar un exquisito trago.

A un valor de $9990, Absolut POP UP incluye la botella de vodka y está a la venta en los principales supermercados y botillerías del país.

BUENOS PALADARES

LAS CRÍTICAS GASTRONÓMICAS DE LA SEMANA

ESTEBAN CABEZAS (Wikén)
(3 julio) LA CASA DEL CHEFF (Rancagua 043- 053, Providencia, fono 665 1161): “De una carta que no se desvía de la ya clásica oferta peruana, para partir un abundante -y mucho- piqueo frío ($9.500), para tres más que para dos, con tiradito, cebiche, pulpo al olivo y más, junto a una porción de yucas ($2.000). Luego un par de opciones para el frío, un sudado de corvina ($5.000) y un chupe de mariscos ($4.500), bien generosos, sopeados y de sazón intensa, pero que dejaron el postre relegado a la categoría de "uno con dos cucharitas". Nuevamente un plato simple y rico, esta vez un suspiro limeño ($1.500), antes de terminar de almorzar con la guata llena, la billetera ni tanto más vacía y el corazón bien contento.”

SOLEDAD MARTINEZ (Wikén)
(3 julio) ADRA (El Alcalde 15, Las Condes, fono 473 7556): “En este caso, compiten la fuerte personalidad del chef Tomás Olivera y los aportes exóticos ya usuales con su respeto por los productos y recetas tradicionales, dualidad resuelta gracias a versiones renovadas que evocan recuerdos de infancia y a la vez les dan un giro inesperado.” “…delgadas pantrucas (¡viva la audacia!) "a la jardinera" pero en el caldo del arrollado, con arvejas, zanahoria, papa y huevo batido. De fondo, reineta con rica bisque de camarón y puré de papa de apio; congrio colorado muy a punto con coulis y trocitos de champiñones y, alrededor, salsa de vino cocinada con cebolla morada; originalísimas prietas de locos, almejas, cebolla y tinta de calamar, acompañadas de papas azules chilotas; blando asado de tira de ternera con puré de topinambur y sabrosa salsa de verduras; chuletas de cordero con papas Ilabaca, con su cáscara y picadillo de vegetales en que predominan las aceitunas.”

YIN Y YANG (La Segunda Internet)
(3 julio) EL CID (Av. Santa María 1742, Providencia, fono 233 5000): “Josef Gander, el gran chef del restaurante El Cid del hotel Sheraton, vuelve a sorprender con el cambio de carta para esta temporada. Quizás es su origen italiano, pero tan cercano a Suiza, o su formación culinaria europea, o incluso las diferentes corrientes culturales que se reciben en los hoteles de carácter internacional, pero Gander es uno de los pocos en Chile que se puede dar el lujo de mezclar, si lo desea, como se deduce de esta carta, sabores e influencias gastronómicas tan disímiles en un mismo plato, resultando a la perfección. Siempre sofisticadas, sus recetas incorporan productos chilenos tradicionales con un tratamiento delicado y profesional.”

YIN Y YANG (La Segunda Internet)
(3 julio) NH (Av. Condell 40, Providencia, fono 341 7575): “…el chef Alan Kallens ha ido definiendo paso a paso una búsqueda de las raíces criollas, pero interpretadas en clave actual y, pese a algunas vacilaciones iniciales influidas por la admiración a Ferrán Adriá, que ha asesorado a esta cadena de empresas españolas y con quien estudió un tiempo, avanza ahora con seguridad en una línea original que ha merecido justificadas alabanzas.” “En su última carta, Alan ha hecho coincidir esa tendencia con las restricciones de la crisis económica, simplificando sus diseños y aprovechando mejor los productos naturales de que dispone. En ella figuran, por ejemplo, como entradas una trilogía de mariscos, un cebiche de pulpo y un raviol crujiente de ostión ($ 7.100 todas ellas). En los platos principales, encontramos salmón a la plancha con polenta cremosa, crispy de tocino, escamas de cebolla y salsa de paltas ($ 10.900), y tapapecho de wagyu braseado en demiglace con papas a la crema y jugo de su cocción ($ 11.300). Como postres, papayas en texturas, y chocolate sorpresa (en la foto), que según se comenta ha resultado un éxito ($ 4.100 cada uno).

RODOLFO GAMBETTI (Las Últimas Noticias)
(3 julio) MESTIZO (Av. Bicentenario 4050, Vitacura, fono 7-477 6093): “Propone empanadas de ceviche, con su sorbo de leche de tigre (dos por $5.800); apetitoso pulpo grillado, como abrebocas, para acompañar con pan con chicharrones y salsa de rocoto, adictiva. O completas tablas, de mar o tierra. Y de fondo, un delicioso e imperdible caldillo de congrio 2.0. O tierno garrón de cordero estofado ($7.400), o su sorprendente pernil mestizo ($5.800), deshuesado, rectangular y crocante, muy recomendable. Y esa portentosa merluza austral que no siempre quedaba en Chile. Con lentejas (5.900) O un pato delicioso, con gnocchi y yucas ($7.600). ¿Que es un local de moda? Y de buenas carnes, de mollejas a filete. Pero el consumo promedio por persona está en $13.000. Es cuestión de no pedir lo más caro, ni volverse loco con los buenos vinos.”

BEGOÑA URANGA (El Sábado)
(4 julio) KOSKO ROCA (Calle Roca 875, Punta Arenas): “Un pequeño lugar con una cocina minúscula y unas cuantos taburetes frente a un mesón, en el que, como si nada, se despachan diariamente más de 3 mil unidades de los llamados "choripanes", acompañados de ¡leche con plátano! Así de sencillo y contundente. Una patada al hígado y un insulto a los triglicéridos, que suena poco apetitoso a los no iniciados.” “Por 300 pesos se recibe un pan redondito, crujiente y blanco, relleno de una pasta de chorizo, en la cantidad justa para que resulte agradable. Por 50 pesos más, se le pone mayonesa o por 100 pesos, se sirve con queso. A eso hay que sumarle los 250 pesos que cuesta la leche con plátano, dulce y nada de pesada. Y aunque todo está lleno de símbolos de la U. de Chile, aquí los colocolinos hacen la vista gorda, literalmente, y entran como a su casa. ¡Hasta eso logra el kiosko Roca!

CÉSAR FREDES (La Nación Domingo)
(5 julio) LOKOS POR EL MAR (Román Díaz 965, Providencia, fono 236 3833): “Hoy en día el colorido y casi informal lugar de un solo ambiente y barra de capacidad limitada, ubicado en la esquina de Alférez Real y Román Díaz, opera ya de una manera más expedita, precisa y veloz. Y lo más importante es que la oferta del día ofrece nada menos que centolla, machas, congrio, merluza austral, cojinova, salmón y albacora. A todos se les saca partido y, en general, son buenos platos a precios moderados.” “De entrada hubo un plato de buenas machas a la parmesana, tiernas y jugosas, un pulpo laminado con salsa de aceitunas negras y un generoso plato de centolla, bueno, fresco y gustoso, pero perjudicado en su sutil sabor con un aderezo de aceite caliente con ajo que nada tiene que hacer sobre buena carne del crustáceo gigante. Para la centolla, manjar principesco, sólo buena mayonesa natural o, a lo sumo, una vinagreta fría.” “Si mantiene el rumbo de atención familiar y producto marino fresco, Lokos por el Mar comenzará a ganarse pronto buena fama de "casi picada" marinera.”

CARLOS REYES (La Tercera)
(3 julio) ARMANI RISTORANTE (Alonso de Córdova 3083, Vitacura, fono 919 479): “La tradición se remite a las raíces milanesas de este emporio del buen vestir, contando con platos sin mayores vuelos estéticos, concentrándose sólo en lo que el sabor de un plato de comida preparado con respeto por los productos puede llegar a ofrecer.” “La excelsa –sin exagerar- suavidad anisada del Flan de Hinojo y Zapallo Italiano ($ 5.700), tanto en su textura como en la sutileza de su sabor, comprueba por medio de este antipasto, que el recetario regional del norte de ese país, tan amplio y universal a la vez, deja bastante espacio para sorprender.” “Una ambientación limpia, cómoda, de riguroso gris y negro, iluminación abundante y agradable, más un constante bombardeo de música electrónica italiana, refuerza su aura sofisticada extendida a la tienda vecina.”

PILAR HURTADO (Mujer, La Tercera)
(5 julio) CÍVICO (Centro Cultural Palacio La Moneda): “Mucha madera y buena iluminación son la clave de este subsuelo que es parrillada pero que también tiene opciones de autoría propia. Nosotras, kir royal en mano, optamos por picotear una trilogía de ceviches que cumplía pero no era nada especial, bastante cargada al pimiento en tiras además. El capuchino de erizos era un caldo sabroso que venía en taza pero con tanta crema que se perdía el sabor; acompañaban dos tostadas con erizos y pebre que ojalá hubieran tenido un par de lenguas más. De fondo probamos pulpo a la parrilla blando, un salmón crudito como me gusta (pero ese plato, salmón de Puerto Montt, también traía harto pimiento), unas mollejas doradas un poquito secas con rico gratín de hongos al queso y una corvina con verduras a punto.” “La comida, si bien puede no sorprender, estaba agradable y correcta.”