martes, 12 de marzo de 2013

BUENOS PALADARES

LAS CRÍTICAS GASTRONÓMICAS DE LA SEMANA

ESTEBAN CABEZAS (Wikén)
(Marzo) KLEINE KNEIPE (Irarrázaval 4820, Ñuñoa, fono 2761 1692): “…se pidió un par de cervezas Tauss, de sus dos variedades (copón de 300 cc. a $1.800). Una es más frutosa, turbia y fresca, la otra es ligeramente más amarga, pero en la misma línea de una "blanca" de trigo. Sabrosas ambas. No había sándwich de pernil, así se decantó por una hamburguesa con champiñones y queso ($4.820), rica y llenadora, y por un sándwich de churrasco con palta y salsa verde en baguette (Munchen, $4.820), igual de bueno (aunque el queso azul de la carta no se sintió). El único problema es que llegaron junto a unas papas fritas con queso derretido y pedacitos de carne ($4.860) que se suponía era el aperitivo. Mala cosa.” “Sumando y restando, el lugar tiene sus gracias, que lo han hecho crecer y ampliarse. Pero para crecer y ampliarse hace falta invertir en personal. Ojalá esta haya sido una excepción.

SOLEDAD MARTÍNEZ (Wikén)
(Marzo) AROLA (Hotel Ritz-Carlton, El Alcalde 15, Las Condes, fono 2473 7556): “…tras un "gazpacho" de frutillas con helado, probé casi todos esos "homenajes" a la tradición, prescindiendo del resto de la lista, que sin duda es atractiva. El primero (que traía recuerdos de infancia) eran seis tomatitos rellenos de atún, con hojas verdes, emulsión de pastelera de choclo y adorno de polenta seca ($5.000). Luego, palta reina, que incluía los elementos de sus dos versiones clásicas, con una pasta de pollo con mayonesa puesta entre lonjas delgadas de palta, huevo molido, lechuga y camarones ($6.000). En mariscos, había diminutas "machas escaldadas" sobre lechuga con perejil y cilantro, y finísimas tostadas ($7.500); choritos al vapor en su concha, algas kombo y limón en tiesto chino cerrado de bambú, con vaso del caldo aliñado y caliente ($7.000), y empanaditas fritas y jugosas de loco, más crema de palta picante ($5.500). En carnes, miniarrollado huaso de borde tierno con palta molida, una pasta de vegetales encurtidos y chancho en piedra también molido ($6.000), y pichanga caliente con cubos de lengua de cordero, longaniza casera, lomo madurado, patitas de chancho, queso Chanco y pickles ($10.000). Postre de camote con crema y helado ($5.500). Desde el aperitivo hasta el postre la compañía fue espumoso Estelado de Miguel Torres ($18.000).”

BEGOÑA URANGA (El Sábado)
(Marzo) NOLITA (José Victorino Lastarria 70): “El letrero que anuncia ostras de Chiloé, emociona de entrada. Acompañadas de un buen espumante, es un verdadero placer, así como su plato de quesos. El fuerte aquí es la grilla, una pequeña parrilla en la que los pescados y mariscos, o carne si se prefiere, se acompañan de verduras y es un must. Exquisito para compartir.” “Sólo dos quejas: el servicio, si bien es amable, como que se enreda y no es todo lo ágil y eficiente que debiera. Y los rollitos de salmón con ricotta, otro emblema de la casa, resultó desilusionante. Le faltaba frescura a la ricota.”

CÉSAR FREDES (La Nación Internet)
(Marzo) MACERADO (Avenida Portales 1685, Casablanca, fono 2741453): “La calidad de los platos de Macerado es tan pareja que se puede disfrutar de un muy sabroso y fresco cebiche de pescado blanco de la costa cercana, equilibrado en los adobos, justo de limón y estético en la presentación que complementa un par de lechugas de la huerta con dos variedades distintas.” “El pastel de choclo que puede consumirse como plato intermedio o de fondo es una pequeña joya de pino de carne sabroso y bien aliñado y de una pastelera con choclos tiernos que sabe a gloria.” “Después hay que gozar las especialidades. Primero el costillar de cerdo al horno difícil de superar en blandura, poca grasa y sabor. Abundante y aromático, se acompaña de un cremoso puré de papas complementadas con apio y aderezado al ají rojo. Aquí como en cada preparación, el plato está bendecido de aliños y complementos aromáticos que, en sutil medida levantan sabor y dan carácter sin distorsionar el gusto y aroma del ingrediente central.” “El Macerado, por calidad y sensatez de su oferta, debe ser hoy por hoy, uno de los mejores restaurantes de todo Chile.”

PILAR HURTADO (Mujer, La Tercera)
(Marzo) COSTAMIA (Costanera Center, Andrés Bello 2447, local 5168); “La carta es amplia y ofrece especialidades peruanas -nacionalidad del chef- combinadas con chilenas, mestizaje que ya es parte nuestra. De la gran variedad de entradas frías y calientes, elegimos un cebiche de pescado con anillos de calamar frito que estaba bueno; un crudo de salmón aliñado que a mi marido no le gustó, pero al resto sí; una ensalada de pulpo blando sabrosamente sazonada; unos anticuchos de corazón a la peruana que eran el plato del día y estaban exquisitos, y un pastel de maíz con pino de mariscos de presencia no muy bien lograda. Acompañamos las entradas con cervezas y una refrescante sangría de la casa, junto a buen pan caliente y una atención amable y eficiente. Luego, sentados en la terraza que miraba hacia Providencia, probamos dos platos de fondo: merluza frita con crujiente fritura, un desafortunado puré de papas que decía al merkén, pero tenía exceso de otro ají chileno y ausencia del toquecito ahumado del merkén -además de muy salado-, y una ensalada chilena con demasiada cebolla. También un arroz Costamía, con mariscos y que el punto del arroz nos pareció un poco crudo.”

RODOLFO GAMBETTI (LUN)
(Marzo) LA CARNICERIA DE LA ESQUINA (Constitución 4, Bellavista Providencia, fono 2732 1338): “La oferta es bien amplia, con ceviches, ajíes de gallina, tallarines saltados, ensaladas. Empezamos el recorrido con un chicharrón mixto ($7.990), que incluyó calamares y pescado. Como ocurre con varios platos peruanos, su nombre, para nosotros, se presta a confusión. A diferencia de nuestro chicharrón, que eran los trocitos de carne que quedaban al derretir la grasa para extraer la manteca, en ese caso es un plato hecho con carne de cerdo o pescado o mariscos fritos que resultan crocantes y muy sabrosos.  Después una gloria: anticuchos de corazón ($4.990) y pulpo blando y sabroso. Notable pericia para tomar un producto considerado de segunda, como el musculoso corazón de vacuno, y convertirlo en una carne blanda y deliciosa con el marinado y la prolija preparación. En seguida un asado de tira cocinado lento. En todos los platos estaba presente el picor de los diversos ajíes y aliños peruanos. Se probó también un arroz chaufa, de los que suelen aparecer en su menú diario de $5.500, pero que en la carta viene en una versión complementada con camarones. Todos estos platos son muy sabrosos, con excelente sazón. Finalmente un lomo liso ($9.900)  que sirve para el debate: ¿un excelente trozo de carne de primera necesita agregarle esa preparación que se usa en las carnes de menor cuantía, o es preferible disfrutar simplemente del sabor puro del producto, sin ningún adorno? Es cosa de cada cual, y buen tema de sobremesa.”