martes, 4 de junio de 2013

LA COLUMNA DEL ESCRIBIDOR

BOCANÁRIZ
Vinos y más

"¡Por fin un lugar donde degustar vinos chilenos de la mano de unos sommeliers impecablemente formados! Perfecto para ir a descubrir vinos nuevos, llevar a amigos extranjeros que están de visita o simplemente relajarse con una buena cata de grandes reservas. La comida no es alta gastronomía, pero acompaña muy bien."

Este es uno de las decenas de comentarios que aparecen en la página oficial de Trip-Advisor, donde clientes y turistas evalúan los servicios turísticos de casi todas las ciudades del mundo. Más aún. De 891 restaurantes evaluados en Santiago, el Bocanáriz está situado en el número dos de las preferencias, sólo superado por Jewel of India, uno de los grandes restaurantes de cocina india en la capital chilena.

Una casona en la segunda cuadra de Lastarria alberga este nuevo concepto de bar de vinos y restaurante. No sólo vende vinos ya que una amplia carta de cocteles está a disposición de un público que llega curioso y se transforma en asiduo. Cinco ambientes para disfrutar. Al fondo, un  wine dispenser de última generación para servir los vinos por copas que tienen a disposición.

Si de vinos se trata, Bocanáriz tiene 327 etiquetas diferentes, quizá una de las más grandes del país. Como el concepto de este lugar incluye un emporio, es posible comprar allí el vino necesario dentro de una variedad que incluye novedades como Mouvedre de Santa Carolina y ensamblaje Grey GCM de Ventisquero. La propuesta del wine dispenser es amplia, al  ofrecer 35 nuevos vinos por copa, algunos de ellos íconos como el chardonnay Sol de Sol de Viña Aquitania, petit verdot Toknar de Von Siebenthal u otros más clásicos como el ensamblaje Emiliana Coyam, carmenere Terrunyo o los exóticos país de Quenehuao del Francés Louis Antoine-Luyt, carignan Villalobos y pinot noir Refugio de Montsecano, a valores atractivos y en porciones de 75 ml o 150 ml por copa.

Jerome Reynes, uno de los socios, me cuenta que no esperaban un éxito tan grande y que por las noches los extranjeros hacen fila para entrar al lugar que es tremendamente atractivo. Muchos de ellos se entusiasman con sus ya reconocidos vuelos, que son degustaciones de tres vinos con mayor valor agregado en nuestro país, como la triada de carmenere, de vinos entrecordilleras, vinos costeros, vinos de autor y otros.

Elegido el 2012 como una de las mejores cartas de vinos del mundo por la prestigiosa revista Wine Spectator, este año están haciendo un esfuerzo para mejorar sustancialmente su gastronomía, punto algo flaco el año recién pasado. Para ello, la nueva carta de comida mantiene los 17 platos más exitosos de la carta 2012, como el Tártaro tibio de salmón y queso de cabra, las Cucharas de morcilla grillada, betarraga, mermelada de mango y piña o los Jamones de la región de los Ríos: vacuno, cordero y ciervo ahumado. A ellos se suman 23 platos nuevos, ordenados por 9 familias de sabores: Yodado, Ligero, Madurado, Ahumado, Cremoso, Agridulce, Especiado, Guisado y Dulce, entre los que destacan la Explosión yodada en shot de Bloody Mary y tostada con pebre de últe; el Ceviche de reineta, pepino Alaska y maracuyá y las Papas bravas al estilo Bocanáriz, además de 7 platos libres de gluten, un dato positivo ya que ya son muchos los clientes que sufren de la enfermedad celiaca y por ende, intolerancia a esta glucoproteína.

Las sommeliers Daniela Lorenzo, Katherine Hidalgo y el empresario gastronómico Jerome, son los socios de este nuevo concepto de bar y restaurante, los que junto a un equipo de personal muy entrenado hacen que cada visita al Bocanáriz sea recordada por mucho tiempo.

Bocanáriz es el primer restaurant Wine Bar de nuestro país, donde la gastronomía ha sido diseñada para potenciar el maridaje con la extensa selección de vinos. Ubicado en el corazón del barrio patrimonial Lastarria y atendido por sus propios dueños, Bocanáriz busca mostrar que el vino chileno es un gran protagonista de la buena mesa.

Si bien las tapas y platos que ofrecen están ligados enormemente ser maridados con vino, protagonista principal del lugar, la gastronomía pasa a segundo plano. Bemoles que habrá que ir corrigiendo con el tiempo ya que sería muy interesante ver potenciadas estas dos aristas del bienestar. A pesar de que son tremendamente originales, la comida se expresa mayoritariamente en las tapas, y ya sabemos los riesgos de las tapas en Chile. Un modelo de  negocios importado de España, que no ha dado buenos resultados -a largo plazo- en nuestra larga y angosta franja de tierra. (Juantonio Eymin)

Bocanáriz: José Victorino Lastarria 276. Santiago Centro, fono 2638 9893