miércoles, 12 de junio de 2013

LA COLUMNA DEL ESCRIBIDOR

ALFRESCO
¿Y por qué no?

¿Y por qué no?, se preguntó Carlos Testino, chef del restaurante Lima 27, uno de los mejores establecimientos limeños y de propiedad de Alfredo Aramburú, cuando decidió darle un giro a la cocina peruana, con una propuesta más atractiva y lúdica.

Fue la misma pregunta la que se hicieron los socios chilenos del Alfresco, cuando decidieron chilenizar, en parte, la carta del restaurante, agregando el producto chileno a la magia de la cocina peruana, creando una fusión chileno-peruana de gran atractivo y que conocí la semana pasada en la sucursal que esta sociedad mantiene en la comuna de Las Condes.

El restaurante es grande y por ello quizá algo frío, algo que solucionan con una buena calefacción a gas. Tan grande como la carta, donde una de sus especialidades, el pulpo, es una de las estrellas del lugar. Tras un buen sour elaborado con pisco peruano Tabernero, comenzamos un almuerzo lleno de picardía y sabor, que iniciamos con unas sabrosas empanadas de cebiche y de ají de gallina (tres por $ 5.000), elaboradas en una delicada masa de hojaldre. Luego, y ya en tierra derecha y acompañado de un buen pinot noir Veranda, la primera innovación: Ostras salvajes le llaman, y son doce ejemplares macerados en crema de ají amarillo y coronados con láminas de camarones y un shot de leche de tigre ($9.600), una excelente aproximación a esta nueva cocina.  

Raros pero de buen sabor resultaron unos erizos a la parmesana ($7.600), delicadamente grillados y servido sobre conchas de ostiones. Más allá, un plato de Loligó, nada más ni nada menos que las antenas del calamar gigante, servidos fríos con una mezcla de olivo limón, y aceituna negra y verde ($7.600).

Erizos, ostras, loligó y  en las entradas. Todas ellas tremendamente bien sazonadas y de delicado sabor. Destaca sin duda un tiradito de pescado y loligó en salsa de ají al olivo, chutney de mango y nori frito (7.600), que sacó aplausos entre los asistentes, tanto como un pulpo enrollado en láminas de filete con salsa de ostras y arroz chaufan (11.200).

25 nuevos platos, aparte de los  tradicionales, son parte de la nueva propuesta. Y es realmente difícil escoger un par de ellos para un almuerzo o una cena, ya que todos tienen un aporte genial. Eso sí les puedo entregar un par de consejos. Un buen almuerzo o cena debe comenzar con esas deliciosas empanadas de cebiche, luego vaya por algún plato que contenga loligó, con el fin de conocer algo más de este producto, que frío es casi casi mejor que el pulpo; y continúe con un pulpito a las cinco pimientas, acompañado de un extraordinario risotto de trigo azafranado, para terminar con un dulce y nada de empalagoso suspiro de limeña o una crema volteada de gran calidad. Le aseguramos que saldrá más que feliz y encantado de este lugar.

Me gusta que los restaurantes se reinventen y no se queden pegados en platos emblemáticos. Si bien en Santiago la oferta de restaurantes peruanos es amplia, la gran mayoría se da vueltas en lo mismo. Acá se atrevieron y la pregunta ¿Y por qué no?, está dando buenos resultados y mejores comentarios. Una cocina peruana distinta a la acostumbrada y un pulpo que se puede cortar con el borde del tenedor. ¿Existe algo más tentador que esto? (Juantonio Eymin. Fotos www.800.cl)

Alfresco, Av. Las Condes 7542 (esq. Las Tranqueras), fono 2211 8054