martes, 27 de agosto de 2013

BUENOS PALADARES

CRÓNICAS Y CRÍTICAS
DE LA PRENSA GASTRONÓMICA

WIKÉN
RUPERTO DE NOLA
(AGOSTO) ZANZIBAR (BordeRío, Escrivá de Balaguer 6400 local 6): “Dicen por ahí "quien mucho abarca, poco aprieta": o sea, conviene tener conciencia de las humanas limitaciones. El restorán Zanzíbar ofrece platos de China, Japón, Laos, Vietnam, Tailandia, India, Marruecos, Italia y Francia... Resulta difícil que chef y cocineros dominen técnicas culinarias tan diferentes como las de esos países. Pruebas al canto. El kebab de "res" (seguramente quisieron decir "vaca"; $5.300) de la India fue un plato de albóndigas sin la complejidad aromática y armonía de la culinaria india... Y los camarones Sichuán ($7.200), propios de la picante cocina de esa provincia china, llegaron envueltos en grueso rebozo sin ligereza ni "crocancia", y con una salsa sin picor.” “Sin embargo, el restorán cuenta con un chef de calidad, de quien conocemos algunos platos españoles (trabajó en la Península algún tiempo) magníficamente ejecutados. ¿Por qué no sacar partido a esa experiencia? O ¿por qué no concentrarse en la cocina marroquí, que guarda afinidad con la cultura culinaria de Zanzíbar, y que se les da bien?”

WIKEN
ESTEBAN CABEZAS
(AGOSTO) LUCK THAI (Mercado Tirso de Molina, Recoleta. Local 199): “A veces la felicidad se obtiene de manera fácil, como ocurre al comer un estupendo pad thai y teniendo mucha hambre. Si además el plato es abundante, viene adornado con flores y pétalos de rosas, con un jugo natural de piña y es servido en una sencilla mesa de formalita del Mercado Tirso de Molina, es casi un pequeño viaje. Y si cada plato de la carta de esta picada thai vale realmente los casi cinco mil pesos que ronda cada uno, mejor aún.” “Pero vaya la advertencia: todos los cubiertos son distintos y la servilleta es de papel. Además, la cocina no es TAN rápida y antes de llegar al local 199 deberá sortear a todos los promotores de cazuelas, cebiches y demases de este popular patio de comidas. Pero lo vale, porque el sabor de estos platos es intenso. Y las cantidades, generosas.”

MUJER
PILAR HURTADO
(AGOSTO) CUMBRES DEL LAGO (Hotel Cumbres, Puerto Varas): “De las entradas compartimos un gravlax de salmón marinado en betarraga, de lindo color, y una terrina de salmón con centolla envuelta en pepino con tártaro de alcachofas y palmitos, que a todos nos gustó. Ambos venían con ensaladilla de hojas verdes que lamentablemente no estaba aliñada. De fondo las opciones fueron una quiche de verduras y queso azul, que estaba riquísima, y con ensalada también; unos excelentes ñoquis de papa con salsa arabiata, superricos, y una correcta trucha a la plancha con risotto. Mi plato fue una corvina con pad thai con camarones y salsa de coral de ostiones. El pescado estaba a punto, pero el pad thai lo encontramos un poco fome solo con los camarones (le vendría bien un poco de almendras o maní picado, por ejemplo) y la salsa de coral -que me entusiasmó en el papel- era demasiado suave. Para mi gusto al plato le faltó potencia. Acompañamos con una botella de chardonnay Errázuriz y el servicio fue impecable. De postre, probamos un inolvidable crumble de manzana con murtillas y unos novedosos plátanos crocantes y fritos con rica salsa.”