martes, 18 de marzo de 2014

LA COLUMNA DEL ESCRIBIDOR

LA GENERACION MILENIO EN LA COCINA

Directo al grano. Una columna de opinión debe darle al lector las pistas necesarias para saber quién la escribe y definir su credibilidad, ya que con el advenimiento de los blogs y las redes sociales, cualquiera se las da de profesional en cualquier materia. Por ahí he leído que bebieron un chardonnay de Pérez Cruz que es un poema… cuando esa bodega no elabora blancos. En fin. En esto de la gastronomía y los vinos hay mucho paño que cortar y a pesar de que nuestro Chile es pequeñísimo, no faltan los abrazos con puñales en la espalda.

En este pequeño mundo de verdades y mentiras, la moda gastronómica no se queda atrás. Cada día que pasa, la experiencia en el extranjero es más valorada por nuestros cocineros y muchos de ellos no disimulan el orgullo de haber trabajado pelando papas en algún restaurante español o francés de respeto: “Trabajé tres semanas con Santi Santamaría”, es una carta de presentación que aún no pierde vigencia en nuestro terruño.

A pesar de que aún existen estos vendedores de ilusiones que nos maravillaron alguna vez con humo glacial, deconstrucciones y birlibirloques varios, están apareciendo semillas de algunos cocineros que van tras el rescate de nuestro producto. Cocineros de una generación que le da más importancia a su carrera personal por encima de su carrera laboral; que desean estar en contacto con nuestras raíces más que con los vaivenes de la moda gastronómica mundial. La gracia es que conociendo las técnicas, las aplican con su propia personalidad, algo que los podría convertir en verdaderos cocineros.

Sin embargo, muchos de nuestros futuros cocineros nacieron entre los años 1980 y 2000, y son hijos de una generación de baby boomers criados con una fuerte cultura de trabajo y autosuperación. Sin embargo, las aspiraciones de estos jóvenes están muy lejos de la idea de progreso y esfuerzo que caracterizó a sus padres. Si bien algunos los definen como adolescentes tardíos, individualistas, materialistas, narcisistas, dependientes económicamente de sus progenitores y perezosos, otros afirman que los miembros de la Generación Milenio son la clave de la sociedad futura.

Los hay repartidos por todo Chile. Esta nueva generación busca el dinero ganado fácilmente como medio para ser felices. Ellos manejan muy bien el presente, no les interesa mucho el pasado y se despreocupan por el futuro. Esta generación de intercambio pronto estará en nuestras cocinas y restaurantes. Personalmente y a pesar de ser  una transición riesgosa, apuesto por ellos.

¡Esto comienza, señores! (JAE)