martes, 8 de abril de 2014

MARKETING

¿A QUÉ HUELEN LOS HOTELES?

Generalmente los hoteles tienen un aroma característico que se mueve entre la limpieza, la pureza y lo nuevo. Hay hoteles que han querido distinguirse del resto y contar con fragancias que se identifiquen con la filosofía o la temática que transmiten. ¿Pero por qué es tan importante el aroma de un hotel? ¿Por qué les importa tanto a las cadenas hoteleras que sus hoteles tengan un aroma en concreto? La respuesta es muy sencilla: marketing.

Lo que actualmente se conoce como el marketing olfativo pretende asociar determinadas fragancias con los valores que cualquier negocio desea transmitir a su cliente. Los especialistas afirman que a un simple golpe de nariz, el cliente relaciona el producto con un concepto, una idea, una sensación o un momento. El olor no solo influye en el público, también hace efecto a los trabajadores, el tener un buen aroma en el trabajo fomenta la productividad y refuerza la identidad de marca. Por ello es tan importante para los empresarios que sus establecimientos desprendan un buen olor.

Las grandes empresas, ya sean de moda, de electrónica, hoteleras o una simple panadería han tomado conciencia de que el olfato es un gran aliado que suele pasar desapercibido en el público y en los trabajadores, pero que tiene efectos muy positivos en ellos. Sissel Tolas es reconocida en el mundo entero como una de las representantes más creativas en la elaboración de perfumes, además es química y profesora en la universidad de Harvard. Ella es artífice de olores característicos de reconocidas marcas de moda, de deportes y de electrónica, casi todos sus clientes tratan el diseño de sus fragancias como un secreto de estado.

"El aroma es un secreto del marketing, va directo al subconsciente, al cerebro y allí desata recuerdos y emociones de una forma muy directa" afirma Tolas. Y es que una buena fragancia hace que el consumidor se marche contento, cuando alguien quiere alojarse en un hotel lo último que desea es que el olor sea malo, que huela a tuberías o a basura. Por ello, los hoteles suelen cuidar mucho este tema y la cadena de hoteles Swissôtel contrató a Sissel Tolas para que crease una fragancia exclusiva.

Tolas trabajó durante meses para crear un aroma que fuera característico de este hotel y que oliese a la ciudad en la que se encontraba, Suiza. El director del hotel le transmitió a Sissel que había muchos hoteles con buenas camas y que querían diferenciarse de todos ellos sin decir ni una sola palabra, es decir, mediante el olfato. Sissel Tolas creó un aroma que transmitía el olor a sus sábanas limpias, a la madera y a los productos de limpieza de los cristales, pero también incluyó el aroma que representa a Suiza, el dinero.

En España también hay hoteles que se han apuntado al marketing olfativo, como el Hotel del Juguete en Alicante que transmite la realidad infantil mediante la decoración, con los ídolos de los más pequeños de la casa, y la fragancia, chicles y chucherías. Para los hoteles que reflejan la naturaleza y la pureza del aire limpio también hay aroma, para muestra de ello el hotel Pesquería del Tambre, en A Coruña, que desprende un olor a pino. Hay otros que han optado por el aroma a nuevo, como el Hotel Indigo, en Madrid, que hace que los huéspedes tengan la sensación de estar estrenando la habitación y el Hotel. El Hotel Alfonso XIII de Sevilla es símbolo del lujo y por ello tiene una fragancia a indeterminado, porque ¿A qué huele el lujo? nadie lo sabe realmente. No son los únicos, hay hoteles que huelen a sábanas blancas, a leña, a galletas e incluso a incienso y vainilla.

¿Cómo transmiten constantemente esta fragancia a los clientes? Las cadenas hoteleras no pueden estar continuamente perfumando las habitaciones, es casi imposible, por ello se creó un sistema en el aire acondicionado que distribuye la cantidad idónea de fragancia a cada estancia. Por ello que el olor es constante y no se pierde, así es como conquistan a los clientes, mediante el olfato.