martes, 13 de mayo de 2014

BUENOS PALADARES

CRÓNICAS Y CRÍTICAS
DE LA PRENSA GASTRONÓMICA    

QUÉ PASA
DANIEL GREVE
(MAYO) BORAGÓ (Nueva Costanera 3467, Vitacura, fono 2953 8893): “Por ahora, su más reciente menú-degustación nos regala un paseo alucinante. El chef-recolector nos presenta antiguas denominaciones de origen, hasta ahora desconocidas, por lo que nos pilla desprevenidos, vírgenes de paladar, para jugar con la sorpresa y el desconcierto. Hay precisión y mucha técnica, pero por sobre todo un trabajo sagrado con la materia prima. Pichanga de Punta de Tralca, Piñones y chupones de La Araucanía, Crudo de guanaco de Tierra del Fuego, Cremoso de salicornias de Isla Negra o Topinambur con changles de Valdivia son sólo algunos de los platos que nos hablan del origen. Sumados a sus montajes preciosistas, en formatos rústicos y vivos, Boragó se reconoce hoy como un restaurante único en Chile.”

MUJER
PILAR HURTADO
(MAYO) RISHTEDAR  (Holanda 160, Providencia, fono 2231 3257): “Los platos estaban sabrosos y alcanzaron perfecto para los dos. Achari bengan son berenjenas deliciosamente preparadas con una salsa superpicante, pero recuerdo que me gustaron mucho más la primera vez. El paneer es un tipo de queso blanco que los indios sirven con distintas salsas; el que pedimos traía una verde, con menta y cilantro, entre otros ingredientes, y estaba bien. Dal makhani son tres tipos de lentejas con aliños indios, un plato cremoso y rico.  Sin embargo, en mi recuerdo este restaurante era más sabroso; tal vez cambiaron el cocinero o se ha ido chilenizando un poco, no lo sé. El naan me gustó y un detalle que me encantó es que al final te traen una tetera con agua tibia y una palangana para lavarse las manos. Igual el restaurante funciona, pero como ya he probado otros y tengo parámetros, puedo decir que no es de los mejores indios que he probado. Aunque en gustos, como se sabe, no hay nada escrito.”

MUJER
PILAR HURTADO
(MAYO) LA PIZZA NOSTRA (Av. Providencia 1975, fono 2231 8941): “Mi plato eran unos ravioles rellenos con champiñones y ricota con salsa de crema, carne y mantequilla. Mi tentación fue mayor cuando nos explicaron que la salsa era hecha a base de caldo de carne. ¡Cosa más buena!, pensé. Sin embargo, si bien la pasta estaba en buen punto, la salsa era tan fome que me decepcionó. Es probable que al ganar el concurso fuera más sabroso, pero ahora definitivamente no. Además no tenía ni una gota de sal, pero eso puede ser para que, al agregarle queso rallado, no quede salado. La terraza está amoblada con mesas y sillas de madera; allí no ponen manteles ni individuales, pero la buena noticia es que esa zona tiene un descuento en el total de la boleta. Pedimos un par de postres para probar: affogato, café espresso con helado de vainilla que venía en una copa gigante y estaba bien rico, y una panacotta con salsa de frambuesa que estaba correcta nomás, también grande. La atención es rápida, asunto que en este sector y tipo de restaurantes se valora mucho. Sin embargo, me quedó la sensación de que la Pizza Nostra ha perdido su carácter más artesanal de antaño. Pero esas masas crocantes de la panera, de toda la vida, siguen siendo una perdición.”

WIKÉN
ESTEBAN CABEZAS
(MAYO) LA FRATERNAL (Holanda 3362, Ñuñoa, fono 2921 7624): “Se pidió de la carta una pascualina, pero no tenían. Entonces se optó -de una oferta breve- por el menú del día a $3.500. Este traía crema de cebolla, una pascualina de apio, nueces y ricotta, con la masa muy húmeda, y un trozo de tarta de piña y queso con la masa seca y gruesa. Para acompañar, un jugo de zanahoria ($1.500) y una limonada con jengibre en polvo ($1.500). Hace unos años se puso de moda en California la comida raw, es decir, cruda, pero procesada de otras maneras, como el secado o el fermento. En La Fraternal ofrecen algunas opciones en esa vía, como su sándwich Vivo ($2.800), con pan esenio (esencialmente duro, deshidratado), con zanahorias, aceitunas, palta, lechuga y semillas. Comer esto es un acto de fe. Para terminar, de postre, una tortilla de manzana con pasas y demasiado abundante canela en polvo ($2.800). En general la atención fue buena, pero los tiempos del menú estaban mal.”

WIKÉN
RUPERTO DE NOLA
(MAYO) MI CUCHARA DE PALO (Príncipe de Gales 6756, La Reina, fono 2226 5379): “En este restorancito se sirve un menú del día por $5.500 (entrada, fondo, postre, jugo) que nos pareció interesante; pero preferimos irnos a las ofertas del día. Una entrada de tortilla de zanahorias y ensalada y otra de quiche de espinacas ($2.400 cada una) nos anunciaron que estábamos ante una buena mano. Pedimos luego un pastel de jaiba ($5.600) realmente excelente, y un asado negro con ratatouille ($6.600): buena porción de carne a la cacerola con vino, muy bien hecha, y una ratatouille excelente, equilibrada y de novedosa presentación. Entusiasmados pedimos una variedad de tres empanaditas ($2.000 las tres) que resultaron de cóctel, de las que la mejor era una de ají de gallina en hojaldre. Nos fuimos luego a los porotos granados ($4.800), en librillo de buena cabida, y muy buenos. Nos alabaron mucho la plateada; pero todo cristiano tiene su límite...” “Resumen: podría haber una infraestructura más complicada; pero hay todo lo necesario, puesto con buen gusto; atención familiar, no profesional pero amable; cocina fina de casa citadina (¡esa tortilla de zanahoria!).”