martes, 30 de septiembre de 2014

LA COLUMNA DEL ESCRIBIDOR


SIGNORE
Esta es una verdadera trattoria

Cada cierto tiempo uno se encuentra con lugares que sorprenden. Una sorpresa que va más allá del diseño o de su gastronomía, más allá de su servicio o el monto de la cuenta. Eso (que podría ser un misterio para muchos), no es más que superar las expectativas del cliente. Algo que tienen olvidado la gran mayoría de los empresarios gastronómicos nacionales.

¿Dónde está la gracia? Bueno, al menos en el Signore, es un “paquete” de preocupaciones. Si bien el servicio es lento debido a que cada plato se elabora al instante, tienen un “no sé qué” que hacen menos tediosa la espera. Podría decirse que es incluso incómoda ya que mesas y sillas son como las de un colegio, pero allí la gente disfruta y se siente a sus anchas. Posiblemente este sea el mejor ejemplo de una verdadera trattoria en Santiago. Una que incluso se puede ir solo, sin más compañía que un libro o el diario, para beber un buen aperitivo italiano y comer una pasta o una pizza que elabora Renato Bacchin, auténtico italiano y pizzaiolo del lugar.

Junto al aperitivo de rigor, un spritz (amargo de naranjas + espumoso + soda $3.300), llegan unas brochetas de mozzarella y tomate que verdaderamente son una delicia. No es exageración decir que los tomatitos cherry que acompañaban el queso estaban sabrosos, perfumados y maduros, como el mejor tomate de temporada. Luego, unas pizzas que a simple vista no difieren de otras servidas en la ciudad, sin embargo la masa es increíblemente fina y gustosa. Más de una docena de ellas, con nombres chilenos (como la Atacameña, con camarones salteados, cebolla y palmitos, u otra de papa chilota) a precios atractivos -7 mil pesos promedio- y bien para dos personas con más ganas de apreciar la buena comida que comer a destajo.

Buena selección de vinos y espumosos nacionales e italianos. De ellos, una copa de un buen tinto (2.300) para deleitarme con unos ravioles rellenos con albahaca y almendra (7.900), un verdadero acierto. Aparte, música italiana de siempre; gentil (aunque no rápida atención) y un ambiente heterogéneo, donde jóvenes y no tanto conversan tranquilamente mientras en las afueras del lugar la actividad febril del Costanera Center ubicado en las cercanías, convierte al Signore en un oasis de paz en esta bullente esquina de la ciudad.

¡Menos mal que está lejos de mi residencia!, pensé, ya que si estuviera más cercano, dejaría mi sueldo en sus arcas. Así de buena es esta verdadera trattoria ubicada justo frente al hotel Radisson Plaza de Vitacura. Si hay algo que recomendar, sería pedirles que corrijan los porcentajes de los ingredientes del Spritz. Lo mejor es el uso de un espumante seco. Así se le sacaría mayor provecho a este cóctel que es furor en los países europeos.
 
Signore, Av. Vitacura 2615, Las Condes, fono 22717 6985