martes, 17 de noviembre de 2015

BUENOS PALADARES


CRÓNICAS Y CRÍTICAS
DE LA PRENSA GASTRONÓMICA

MUJER
PILAR HURTADO
(NOVIEMBRE) LA COCINA DE JAVIER (Av. Vitacura 7482 / 2 2495 7750): “Compartimos una tortilla estilo Javier, de papas, cebolla, ajo y perejil en su punto. Luego dos quisieron pedir la paella estilo Javier (el mínimo para las paellas son dos personas), con pollo, chancho, chorizo y mariscos, que estaba rica, muy bien preparada y abundantes las porciones. Mi hermana pidió la trucha ibérica, rellena con queso y jamón serrano, y acompañada de papas duquesa y pimientos fritos, que a ella le gustó. Yo pedí los pejerreyes fritos con puré piamontesa, plato que también estaba en el menú ese día (hubiera agradecido que el garzón me ofreciera también esa opción). En mi porción venían 3 pejerreyes, quizá el menú incluía menos, y el puré que me dijeron traía pimientos, no tenía mucho sabor a ese vegetal, si bien en conjunto el plato cumplía, aunque claramente he comido mejores pejerreyes fritos.

WIKÉN
ESTEBAN CABEZAS
(NOVIEMBRE) FUKAI (Jorge Washington 144, Ñuñoa /2 2249 8750): “Aquí hay sabor y si la idea es sumar un buen trago con un buen bocado, esta es una excepción más que recomendable” “De entrada, para compartir, un trío de cebiches ($8.900), de lujo, como una cachetada inicial. Uno al cilantro, otro de pulpo con palta al olivo, y un tercero agridulce de salmón. Servidos en tres vasos hasta el borde, igual escondían unas hojas de lechuga al medio. No es necesario. Que llegaran hasta el borde puro dificulta el comerlos y, de verdad, ya eran suficientemente abundantes.” “Después, tres rolls de una carta que abunda en ellos, más en la veta nikkei que en la japonesa. Un Sweet y sour roll ($6.100), con salmón, queso crema, láminas de salmón encima y pequeñitos trozos de limón sutil -con su amarga cáscara- coronando cada bocado. Pocas veces un detalle define tanto al resultado final. ¿A quién se le ocurrió? Aplauso para el creativo.”

WIKÉN
RUPERTO DE NOLA
(NOVIEMBRE) SAN REMO (José Miguel Claro 2220, Ñuñoa /2 2555 0541): “Si Ud. no conoce este trono del mejor arrollado de Chile, pues debe correr a conocerlo. El arrollado es ahí la perfección misma. Me perdonará si le cito de nuevo a Usía lo que decía mi viejo amigo limeño, gran gastrónomo en la ciudad más gastronómica de Sudamérica: "Cada restorán tiene sólo un plato que es perfecto". El arrollado del San Remo ($7.500, con acompañado) es el "non plus ultra": blando y con abundante carne, aliño en la cumbre del equilibrio y perfección, cuerito exterior blando y sabroso, como mantequilla que se derrite y vuelve untuoso cada bocado... Nuestro acompañado fue uno de los grandes purés de papa que se puede comer en este país: firme, pero no abotagante, con las muestras, por una textura no excesivamente suave, de que es de papas auténticas molidas en "mouli-légumes" o cosa parecida, deliciosamente mantequilloso...”