martes, 3 de mayo de 2016

MIS APUNTES


 
ESTANCIA MIRADOR
Sigue creciendo el Triángulo de Oro en Providencia
La milanesa nació – como su nombre lo indica- en Milán, a inicios del siglo XIX. Pero debido a la gran inmigración italiana a la cuenca del Rio de la Plata, se afianzó en Buenos Aires. Ahí lograron conocerse diferentes versiones del producto e incluso nuevas recetas, como la milanesa napolitana, que nació debido a un error de un cocinero bonaerense.
Comer buenas milanesas en Santiago no es fácil. La materia prima y la fritura perfecta es fundamental para lograr un producto de selección. Años atrás, la más consumida era la rellena con queso y jamón, bastante rica pero demasiado calórica, cosa que quedó casi en el recuerdo después que se puso de moda eso de contar calorías. Ofrecerlas también es delicado, ya que debe cumplir algunos estándares de tamaño, grosor y calidad de la carne para hacerla atractiva y enjundiosa. Como anécdota, el gerente argentino de uno de los hoteles más famosos de la capital me contaba que Chile era maravilloso, pero lo único que le faltaba encontrar era un lugar donde poder comer buenas milanesas, algo importante para la gran colonia argentina en Chile y también para los que alguna vez han comido una milanesa bien elaborada.
Esta apología a la milanesa es para presentarles un restaurante que tiene muchos años de existencia y que se actualizó hace un tiempo. La Estancia Mirador, ubicada en los bajos del restaurante Giratorio, cambió de diseño, mobiliario y aspecto, generando un nuevo sitio en el Triángulo de Oro de Providencia, donde se centra gran parte de la actividad comercial y gastronómica de la comuna. Ubicado en el piso 16, la vista panorámica es una de sus vitrinas y su menú, recién adaptado, está llamando la atención de quienes deben almorzar en la zona. Para ello, dispusieron un menú (que obviamente no es una colación) que incluye entrada (generalmente cebiche), fondo a elección entre tres alternativas (lomo 250 grs. a la plancha o Merluza Austral) con papas fritas y salad bar sin cargo (Todos los platos de la carta incluyen salad bar en su precio), postre y copa de vino, cerveza o jugo, por $ 12.000, una verdadera hazaña por la calidad del producto.

Aquí me deleité con una tremenda milanesa Estancia (con mozzarella, rúcula y tomates cherry), que es sinceramente una de las mejores que he comido en la capital. Acompañada de papas fritas servidas en un pequeño (pero voluminoso) balde de aluminio, se convirtió en uno de los platos que por precio y calidad merecerá un lugar destacado en el resumen del año. Aparte, el lugar es agradable, con buen servicio (que podría mejorar), sin olvidar que el pebre de cochayuyo que ofrecen al inicio, es uno de los mejores que se pueden comer en estas comarcas.

Dato fijo para quienes se pueden dar un tiempo extra a la hora de almuerzo. Tienen una buena selección de vinos (en copa y por botella) a precios bastante razonables, además de cervezas y jugos. Por el momento solo atienden a la hora de almuerzo, o sea de 12,00 a 16,30 horas. Aun así, es un nuevo imperdible en esta pujante comuna-ciudad. (Juantonio Eymin)

Mirador Urbano, Providencia 2250, piso 16 / 2 2232 1827