martes, 10 de octubre de 2017

LA COLUMNA DEL ESCRIBIDOR


 
LA FUENTE CHILENA

Al hablar de historia, pensamos en la trayectoria, algo que calza perfectamente en esta nota acerca de La Fuente Chilena, una sanguchería que abrió hace diez años en uno de los costados del centro comercial Omnium en Apoquindo y que en su época revolucionó el sector por la oferta de sus preparaciones, en su gran mayoría sánguches con identidad nacional.

La buena mano y conocimientos del chef Álvaro Barrientos (que incluso llegó a ser chef ejecutivo de Lan Airlines y del Mesón de la Patagonia), lo hizo crear junto a su primo, Pablo Leal, su primer desafío comercial y gastronómico, que con el tiempo llegó a convertirse en una de las grandes sangucherías de la década. Una labor encomiable que luego replicó en el sector Nueva Las Condes y finalmente en Providencia, una ubicación  privilegiada y buscada por muchos empresarios.

El local de Pedro de Valdivia –en Providencia- es amplio y cómodo. Aquí, como un verdadero laboratorio, se están probando y analizando nuevas propuestas con el fin de hacer crecer la cadena. Nuevos y novedosos cocteles que van más allá del tradicional Pisco Sour, como el Ponche de la Fuente (3.100), con frutas previamente asadas y vino blanco; o El Tibio, con yerba mate, jugo de pomelo y aguardiente de Chillán (3.100), que son parte de una batería de cócteles,  vinos, cervezas (posiblemente lo más vendido) y digestivos.

Tablas para iniciar, que son más allá que un mero picoteo y son verdaderamente un plato (grande) de delicias, casi todas a $ 6.900.  Pichanga, crudo, pernil, lengua, churrasco, prietas y empanadas (con varios rellenos)  para iniciar un peregrinaje por la cocina criolla, donde no faltan las sopaipillas ni el pan casero. El servicio –hoy en día en manos de una mayoría de inmigrantes bastante cultos- supera en tiempo y disposición para atender a sus clientes. Sin excederse en los precios, tiene un público leal que repleta las instalaciones día a día.

Una de las mayores gracias del local es que si bien saben de productos criollos, también poseen un amplio conocimiento acerca del pan, el producto clave a la hora de comerse un sánguche. Tan importante como la masa y el equilibrio de un raviol –para los italianos-, para los sangucheros el pan es la quintaesencia de la especialidad y aquí encuentran calidad panadera de elaboración propia. Ahí se entusiasman con las fricandelas de wagyu (la especialidad de la casa), churrascos, lengua, plateada, arrollado, pernil, lomito, gorda y mechada (entre otros), que expenden en diferentes versiones que varían entre los $ 4500 y 7.000, cubren las necesidades de una clientela que ama los sánguches desde su más intima perspectiva.

Los postres, tradicionales y todos a $ 2.200, dejan “la guatita llena y el corazón contento” a sus fieles parroquianos. Desde unos excelentes panqueques rellenos con manjar y nueces, hasta el conocido pero esquivado Turrón de vino tinto con frutillas, convierte a este lugar en uno de los mejores dentro de su especialidad, donde incluso de tarde en tarde tienen música y cantantes en vivo, como una forma de darle vida a este sector de Providencia.

Una buena iniciativa. (Juantonio Eymin)

La Fuente Chilena: Pedro de Valdivia 0149, Providencia / 22963 7692