martes, 12 de diciembre de 2017

LA NOTA DE LA SEMANA


 
TURISTAS Y MÁS TURISTAS

Dentro de algunos años, cuando los gurús de la economía teoricen sobre los fenómenos que marcaron la segunda mitad del siglo XX y los principios del XXI, llegarán a la conclusión de que la verdadera globalización no la causó ni el fin de la guerra fría, ni la caída del comunismo, ni el iPhone. La globalización la inventaron los turistas.

El turismo representa el 10 % del PIB mundial (3,2 % en Chile*) y emplea al 11 % (4% en Chile *) de la población activa del globo terráqueo (2017). Masas enteras de proletarios ya no creemos eso de que viajar es cosa de ricos y nos movemos a nuestras anchas por el mundo con pasajes de avión a precio ridículo, hacinados pero felices en asientos hechos para enanos, alojándonos en hoteles que dicen tener cuatro estrellas pero que dan precios (y servicios) de una, cenando en camiseta de tirantes en restaurantes de una estrella Michelin, visitando con hawaianas las catedrales, disparando los flashes del Smartphone en las narices de la Monalisa o empujando el carrito del supermercado en bikini. ¿Deberíamos cuidar nuestro país del turismo masivo? ¿Estamos capacitados para ello?

 
El turista es como un elefante en una tienda de porcelana. Se lo lleva todo por delante.

Los turistas, además, son como los gases: se expanden hasta ocupar todo el volumen disponible. Si antes era la Coca Cola la que llegaba a cualquier rincón, ahora lo que llega es un turista. Hay turistas en el Polo Norte, en las ruinas de Angkor, en la selva del Amazonas, en los monasterios tibetanos, en los glaciares de Groenlandia, en las aldeas de Burkina Fasso y en la cumbre del Everest.

 Si esto no es la globalización, que venga Dios y lo vea. (JAE)

*Cifras ACHET 2017