martes, 20 de febrero de 2018

LA COLUMNA DEL ESCRIBIDOR


 
ZAMBO
Pasito a pasito

Para abrir una sanguchería hay que tener amor por el pan. Amarlo, respetarlo y considerarlo como la materia prima más preciada del lugar. Y muchas sangucherías pecan de ello, ya que poco les importa la receta o su procedencia. Sin embargo, este novedoso local del Barrio Bellavista, ligado a Yonatan Malis, propietario de los restaurantes Panko y  Tambo, ha logrado reunir todo lo necesario para convertir este lugar en uno de los preferidos de los que visitan el barrio.

En base a tres categorías, el Zambo presenta sus sánguches: criollos peruanos, clásicos chilenos y gringos, además de ensaladas, chorrillanas y empanadas. Una gran variedad de cervezas para acompañar y como ya se está haciendo costumbre en Santiago, un servicio venezolano que supera con creces lo que acostumbrábamos antes de esta inmigración. Como corolario para los clientes, acá las cosas se están haciendo de buena manera.

El “Club Zambo” (9.900) se está transformando en el fetiche del lugar: pan de molde en capas y relleno con jamón acaramelado, queso chanco, tomate, lechuga, tocino, pollo, tortilla de huevo y salsa golf, acompañado de papas o yucas fritas es por cierto una de las mejores opciones que tiene la carta. Grande y para satisfacer a dos estómagos normales, ha recibido halagos de clientes y de la prensa local. Acompañado de cervezas (mexicanas, chilenas, alemanas, holandesas, italianas, estadounidenses, belgas. irlandesas, españolas o peruanas), convierten una visita en una experiencia de las buenas, donde compartir no es pecado y entretenerse es parte importante de una visita.

Buenos aperitivos y jarras de sangrías (9.900) a elección (blanco o tinto). A la hora del postre, el Zambito (990), un cucurucho de helado con cobertura de chocolate, un clásico peruano y una genialidad en la oferta que ya está atrayendo bastante público. Reconozco llegar a contrapelo a esta sanguchería ya que hay pocas que merecen reconocimientos formales. Yonatan Malis, uno de los propietarios, es un tipo serio y dedicado a sus negocios, por tanto la calidad de sus productos está asegurada. El lugar es cómodo y agradable. Si hay algún reparo, las empanadas no son su fuerte por el momento, pero le mandé el recado con uno de sus administradores. Si mejoran las empanadas… el Zambo estará para grandes desafíos. Despacito eso si… pasito a pasito. (JAE)

Zambo: Dardignac 0195, Barrio Bellavista / 25276 0040