martes, 6 de marzo de 2018

MIS APUNTES


 
MAT. MERCADO URBANO

No soy adepto ni adicto a lo vegetariano y menos a lo vegano. Nací en otra época y en esos tiempos eran otros los cánones que regían nuestras vidas. Ser gordito y rosadito en la infancia era señal de buena salud y nuestros padres se encargaban de alimentarnos como correspondía en esos años.

Producto de la ignorancia heredada de nuestros antepasados, la sal, el azúcar y las grasas eran nuestro pan de cada día. Los científicos han alargado la vida de los humanos y obviamente la alimentación es uno de los factores que más inciden en los avances de la calidad de vida.

Aun así -y perdonen los que ya cambiaron el switch-, los mayores seguimos siendo fieles a nuestras costumbres juveniles. Sin embargo el mundo avanza y desde hace un tiempo las nuevas generaciones están renovando sus hábitos de alimentación. A pesar de ser un mercado en alza, en Santiago existen pocos exponentes gastronómicos para esta nueva casta de consumidores y es bueno encontrarse en pleno Providencia con uno de ellos, el Mat / Mercado Urbano, la nueva propuesta de Pamela Fidalgo, cocinera, chef y amante de la cocina del lejano oriente, que nos ofrece esta nueva modalidad acorde a las tendencias mundiales: comer sano.   

Dos terrazas (aptas para el verano e invierno) reciben al público. Su diseño es moderno, con sillas y mesas de madera, con helechos colgando, generando un ambiente de paz y tranquilidad. En el primer piso, está la tienda con productos para llevar y, en el segundo, un cómodo espacio para trabajar. Además de los sándwiches, ensaladas y snacks –como humus con palitos de verdura– que se exhiben en la vitrina y que se pueden comer en el local o llevar, siempre hay un plato del día, ensalada y una sopa casera. El sistema es simple: se elige, se paga y lo llevan a la mesa (con cubiertos de metal y pan). El menú, que varía cada día, incluye algunos de sus clásicos como el pad thai o los noodles de arroz. Para los veganos, imperdible es la ensalada Mat, con espinacas, quínoa, kale, rúcula, zanahorias, bayas de goji, castañas de cajú y un aliño de jengibre, jugo de mandarina, limón, mostaza antigua y aceite de oliva. En MAT también hay cerveza en schop y en botella, una carta de micheladas con novedosas preparaciones y una corta pero necesaria carta de vinos y espumantes. Al contrario de discriminar, este es un espacio de integración donde la familia completa – con coches y mascotas incluidas- son bienvenidas.

El ambiente contagia. La tienda ofrece productos novedosos para los que aman las nuevas tendencias nutritivas e incluso ofrecen las afamadas ollas Le Creuset. Arriba, en el segundo piso, un generoso espacio para trabajar computador en mano y que ha sido muy bien recibido por la gran cantidad de nuevos emprendedores que han debido tomar las riendas de su vida trabajando en forma independiente y no necesariamente con éxito inmediato. Una razón más para hacer de MAT un espacio entretenido y lúdico. No adelgaza la billetera y nadie molesta.

Personalmente disfruto la cocina de Pamela Fidalgo con sus exóticos curries y genialidades que no dejan a nadie indiferente. Los sábados son de brunch y su público (adulto-joven) ya lo institucionalizaron gracias a sus huevos benedictinos, su yogurt, granola y la siempre bien ponderada Mimosa, que le pone al mediodía la chispa necesaria para enfrentar el fin de semana.

Por diferente y especial, creo que MAT es una de las buenas aperturas de este 2018.

MAT. Mercado Urbano / General Flores 39, Providencia / 23245 1739