martes, 10 de abril de 2018

LA NOTA DE LA SEMANA


 
LA MISIÓN DE LOS CRONISTAS

Existen muchas personas que creen –y piensan- que los cronistas gastronómicos somos publicistas de algunas marcas --en este caso, restaurantes-, y que les ayudamos en su ascenso de las ventas y en su prestigio. Aprovechando la reciente  entrega de reconocimientos que el Círculo de Cronistas realizó la semana pasada y los comentarios surgidos de este evento anual, bien vale la pena aclarar algunos puntos.

De partida, y posiblemente el más interesante, es que el Circulo de Cronistas es la única institución a nivel americano (y posiblemente del mundo) que reúne en forma democrática a todos los columnistas del tema gastronómico de la prensa escrita e internet, lo que en sí es un logro importante, ya que unificar criterios en un universo de distintos medios de comunicación no es fácil.

A saber, nuestra misión es visitar y recomendar. A veces, visitar y censurar. A decir verdad, vamos tras el restaurante (como vulgares ratones de laboratorio), para anticiparnos a la visita del cliente. Lo hacemos con gusto y placer. Lo nuestro es la gastronomía y posiblemente sea bastante más fácil y menos peligroso que otros oficios. Nos admiran y envidian. ¿Envidiar a un tipo que pasa 20 horas comiendo en dos días 70 empanadas para dictaminar cuáles son las mejores? ¿Envidiar la batería de fármacos que se deben consumir tras una jornada que no fue gloriosa?

Pero es el oficio y ante eso no hay nada que hacer. Nosotros escogimos entrar en este mundo y tratamos de vivir en él.  Escribimos para nuestros lectores, para nuestros medios de comunicación, y no para los restaurantes o viñas de turno. Y eso tiene su mérito.

La gracia está que sin ponernos de acuerdo, matices más o matices menos, los resultados son similares. Y no existen pautas preestablecidas ni siquiera intercambio de opiniones. Llevamos 24 años premiando a los mejores y si bien en algunas oportunidades los galardones no coinciden con el parecer de algunos vaticanistas de la gastronomía, en el Círculo de Cronistas las opiniones –y las mayorías- se respetan.  

Escribimos en serio y para nuestros lectores. Es la única forma de asegurarle un lugar adecuado a una comida que aparte de ser buena o mala, no se deje influenciar por la propaganda de turno, ni por el ánimo del columnista.

Es nuestra misión y tratamos de cumplirla a como dé lugar. (JAE)