martes, 17 de abril de 2018

MIS APUNTES


 
THE RAJ

Nada hace pensar que una casona esquina de la calle Manuel Montt, de paredes blancas y algo fría, esconde uno de los buenos restaurantes indios de la capital. Allí se  instaló hace un buen tiempo el indio Harish Kasu, en esos entonces exportador de frutos secos y propietario de un par de restaurantes de cocina india en Canadá y Dubai, esperando, sin hacer alardes, que su negocio fuera floreciendo. Un par de murales podrían indicar que en este lugar lo indio es su tema, pero más de algún despistado podría entrar pensando que acá tienen cocina peruana, a pesar de que su música es india y gran parte de ella en vivo, con destacados instrumentistas.

Famoso dentro de la colectividad india, el día de mi visita el embajador de la India en Chile recibía algunos invitados en los salones del segundo piso de esta casona. Normal para ellos, los clientes del primer piso ni se enteraron de tal visita y un poco más agitados, los garzones (también de esa nacionalidad y con un español precario pero entendible), cumplían los pedidos de los clientes, que van rotando desde mediodía a medianoche sin tregua.

La especialidad son las Dosas: finos –e inmensos- panqueques de harina de arroz y lentejas que no se ven en otros similares capitalinos. Desde la dosa simple (con salsas para untar, $ 5.900) hasta rellenas con papas y especias (6.900), queso (7.500), pollo (9.900) y otras variedades, se llevan las palmas de todos los que han visitado este lugar. La carta recorre la cocina del norte y del sur de la India en sus versiones carnívoras o vegetarianas, donde ningún plato, por excelente que sea, supera los 11 mil pesos, logrando así un público conocedor y bastante transversal.

El cordero, el pollo y las lentejas son otras de las grandes especialidades del lugar. Con una oferta de cerca de 100 diferentes platos, es difícil dar una opinión de toda esta batería de preparaciones. Sin embargo, saciado el apetito y la sed que provocan los diferentes currys y picores de los platos, es interesante comentar que por muy artesanal que se vea el lugar, la experiencia gastronómica supera largamente las expectativas de los foodlovers, conozcan o no de esta tradicional cocina que viene del oriente. Ellos se autocalifican como “cocina hindú”, cosa que aún no me convence ya que el hinduismo es una religión. Sin embargo y a pesar del logotipo del restaurante, que más parece ser jamaicano, The Raj merece un tremendo reconocimiento.

Un dato calado.

The Raj / Av. Manuel Montt 1855, Providencia / 22716